Estos novios viven en el mismo pueblo, Calzada de Calatrava (en Ciudad Real), desde que eran pequeños. Su historia comienza con una bonita amistad desde la adolescencia, cuando hicieron pandilla. A través de risitas inocentes y fiestas con los amigos comenzó a surgir el amor entre ambos. Así, tras 12 años de relación y sobreviviendo a las distancias inglesas y almerienses, que les mantuvieron alejados, decidieron unirse para siempre.
Salvi le pidió a Mónica que se casara con él ¡en otra boda!, la de su primo en septiembre de 2015. “Durante la fiesta Salvi cogió el micrófono y con la canción de Melendi, La promesa, ¡¡me pidió matrimonio!! Yo, muerta de vergüenza, me escondía detrás de la gente, pero, a la vez, me sentía más que emocionada. Para ponerme más roja aún, Salvi vino para sacarme a bailar esa canción mientras sus primos, los novios y todos los familiares e invitados aplaudían y emocionados”, cuenta la novia. Obviamente, la respuesta no fue otra que un rotundo, vergonzoso y emocionado “sí”.
Los novios
La fecha elegida para dar el “sí, quiero” fue el 17 de septiembre del 2016. Mónica no podía estar más guapa. Eligió el diseño Tibet de Pronovias, un vestido de novia de tul y encaje de estilo sirena con interior en color beige. El cuerpo tenía escote envolvente con canesú transparente de tul ilusión y en forma de barco. La manga larga tenía efecto de transparencia decorada con aplicaciones de encaje y guipur.
En la parte trasera destacaba el gran escote en pico de la espalda. La falda era de corte sirena que nacía a partir de la pierna confeccionada en tul y encaje, también. ¡Preciosa!
Los zapatos de Menbur, fueron un regalo “muy brillante” y especial de Valle, la hermana de la novia. Unas sandalias de tacón en tonos dorados y plateados, sujetos al talón en forma de T. Para el ramo, Mónica confió en Jardyflor Floristas, de Calzada de Calatrava. Se trataba de un bouquet compuesto por rosas blancas y rosadas, hipericum blanco, brunia, freesia blanca, paniculata, safari, esparraguera y cobertura de hiedra. Todo ello le confería un aspecto fresco, dulce y, a la vez, romántico. El tallo de las flores lo recogía una cinta de color rosa. ¡Ideal!
Para el maquillaje y el peinado la novia confió en la profesionalidad de Tania Alberos, de Chasoal Estilistas. El peinado estaba compuesto por una especie de trenza deshecha que le daba un look muy natural a Mónica, al igual que el maquillaje, que resaltaba sus rasgos y la hacía estar perfecta. Para la manicura apostó por una francesa, hecha por Pilar Romeral Centro de Estética.
Mónica acompañó su estilismo de una tiara con pedrería en plata vieja de Pronovias, unos pendientes largos bañados en rodio combinando cristales y circonitas blancas, de Joyas La Luna, de Almería; una pulsera de plata combinando símbolos de infinito de Azul de Mar, una joyería de su pueblo natal, regalo de los amigos.
Además, quiso tener un detalle muy especial con su padre y fueron unos gemelos en los que se podía leer: “Llévame de tu brazo al altar. Te quiero papá, 17.09.2016”.
Por su parte Salvador eligió un traje negro, de estilo príncipe, acompañado de una camisa blanca con chaleco y corbata en tonos fucsias y con detalles negros. Todo de la firma Antony Morato, de Ciudad Real.
Los amigos le regalaron unos gemelos muy elegantes de Azul de Mar, que lució en su gran día, redondos, negros y con los bordes de plata.
Para el maquillaje y la peluquería confió en las mismas profesionales que Mónica, que le hicieron estar guapo y radiante para el gran día.
Los novios se intercambiaron en la ceremonia unas alianzas de oro amarillo con un acabado mate texturizado en su banda central y brillante en los cantos biselados. La de Mónica tiene tres diamantes para diferenciarla de la de Salvador. Ambas de Joya & Diseño Ciudad Real.
La ceremonia
Se casaron en Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, de Calzada de Calatrava. Sonaba la canción A thousand years, de Christina Perri, mientras Mónica entraba por la puerta de la iglesia, del brazo de su padre, con sus pajes delante portando las alianzas y las arras, y mientras, Salvador, le esperaba con su madre, al fondo. ¡Un momento muy romántico y bonito!
Decoraron la iglesia de una forma muy romántica. En la parte izquierda del altar, colocaron tres jarrones dispuestos en proporción. En el mayor había paniculata, flor usada para otros rincones; en el segundo lilium oriental; y en el tercero, lisianthum. Dicen los profesionales de la floristería que los tres jarrones de color blanco simbolizan la ofrenda floral de los novios a Cristo por el sacramento proporcionado.
En la parte derecha había tres faroles que representaban la luz que Jesús va a proporcionar a los novios a través del sacramento del matrimonio, para apoyarse en las alegrías, en las dificultades y en la nueva familia que se acaba de constituir. Todo asentado en una alfombra de pétalos rojos que representan el amor.
Y como no podía ser de otra manera, durante la ceremonia, contrataron a Dúo Calíope para que ambientara y gracias a ellos sonaron algunas de las canciones que más les gustan a los novios: Hasta mi final, de Il Divo; BSO de Braveheart y Viva la vida, de Coldplay. A la salida les esperaba el coche que les llevaría a continuar con el gran día, decorado con ramitos de paniculata y lazos blancos.
Beatriz y Juanfran, de Capturando Sentimientos, fueron los fotógrafos que eligieron Mónica y Salvador para su boda. “Nuestra impresión fue que capturaron nuestros sentimientos de amor y complicidad desde que realizamos la preboda en las preciosas playas de Almería hasta en nuestro día B en nuestra tierra La Mancha, simbólico día para nosotros, nuestros familiares y amigos. Seguro que nuestros sentimientos quedarán plasmados también en las postboda…”, explican muy agradecidos y satisfechos los novios con su gran y bonito trabajo.
El banquete
Para celebrar este día apostaron por un lugar mágico el Restaurante Asador Los Pucheros, en Piedrabuena (Ciudad Real). Mónica y Salvador entraron al salón con la canción La promesa, de Melendi, muy especial para ambos.
Además de un delicioso y abundante cóctel los novios y todos sus invitados pudieron degustar un rico menú compuesto por una mariscada fresca mixta con langostinos y gambas cocidas y otra a la parrilla con gambones y cigala, de segundo bacalao a la miel con frutos secos acompañados de verduras horneadas, cortante de San Francisco azucarado al vermú y luego, para elegir: entrecot de ternera a la brasa y al gusto con patatas asadas y salsa alioli o trenza de solomillo de cerdo ibérico con salda Pedro Ximénez y pimientos de piquillo con espárragos trigueros. Por último, tartaleta de queso con miel de encina y helado casero de leche merengada.
La celebración se llevo a cabo en el salón de bodas Don Julio, rodeado de su espectacular jardín de entrada, con lagos llenos de nenúfares y un llamativo puente para cruzar.Ahí se encontraba el original seating plan, diseñado por Escamilla Diseño, los mismo que diseñaron también las invitaciones y el photocall. Todo inspirado en su historia de amor entre un mecánico y una maestra de inglés.
En el interior las mesas estaban decoradas con unos bonitos candelabros y velas dando ese toque romántico que los novios buscaban. Los meseros, con nombres de marcas de coches, indicaban a los invitados qué mesa era la suya.
El photocall era un bonito coche rojo. “Fue un éxito rotundo, a todos los invitandos les encantó y se hicieron miles de fotos con él”, detallan los novios, los cuales además crearon el resto de accesorios y atrezzo.
En esta boda no faltaban los detalles y los invitados también encontraron un árbol de huellas diseñado por La Caja de Sophié, así como otros detalles que Arantxa personalizó para los novios: las perchas, las zapatillas, unas cajistas…
En cuanto a detalles, para ellas regalaron tazas personalizadas con un coche de bodalandia, y para ellos, botellas de vino de Viña Albalí, reserva de Valdepeñas. Además, Mónica y Salvador pensaron en todos: para los adolescentes regalaron auriculares de colores y para los niños huchas de animalitos de cerámica con rotuladores especiales para decorarlas al gusto de los peques.
Además, obsequiaron al padrino y al padre de Salva con relojes Viceroy, para el hermano del novio otro reloj y un viaje para toda la familia; y para la hermana de la novia una pulsera de Pandora con accesorios de amor de hermana y un viaje de aventura para dos. Para las madres de ambos, unas copias en tamaño más pequeño del ramo de novia.
El baile de los novios
Los novios abrieron la fiesta con una de sus canciones preferidas: Hasta mi final, de Il Divo. “Es una canción que nos encanta y nuestro primer baile fue de lo más romántico”, detallan.
¡Os deseamos toda la felicidad del mundo pareja!
Si quieres ver más bodas bonitas puedes hacerlo ahora con la de Sergio y Alba, la de Celia y Jesús o la de Mónica y Álex.
Lugar de celebración: Restaurante Asador Los Pucheros | Vestido de novia: Pronovias | Traje del novio: Antony Morato | Zapatos de la novia: Menbur | Floristería: Jardyflor Floristas | Fotógrafo y videógrafo: Capturando Sentimientos | Maquillaje y peluquería: Pilar Romeral Centro de Estética y Chasoal Estilistas | Invitaciones y photocall: Escamilla Diseño | Destalles varios: La Caja de Sophié
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