Tras el objetivo de la cámara se encuentra Alejandra Ortiz una mujer que se define como perfeccionista y muy curiosa. Adora la fotografía natural, es decir, aquella en la que la transparencia de las personas se nota, aquella en la que los protagonistas son ellos mismos.
Según ella, "cada trabajo es único" y esa es una de las razones por las que ama su trabajo. A la hora de trabajar intenta no hacerse ninguna idea de cómo será ese día, para que todo le sorprenda y le pille desprevenida, pero siempre con la cámara para capturar cada momento y cada detalle.
Sus reportajes fotográficos y de vídeo siguen un estilo artístico y, a la vez, con toques vintage que le hacen crear fotografías mágicas. La pareja sentirá todos esos sentimientos que vivió en uno de los días más importantes de su vida, gracias a esta fotógrafa.
Sólo con una primera cita Alejandra os asesorá en aquel trabajo que vayáis a hacer en conjunto, dándoos toda la libertad de elegir cómo queréis que sea vuestro recuerdo de boda.
¿Ustedes cobrarían por un trabajo que no han hecho? Ellos sí lo hicieron después de que tuviéramos que cancelar nuestra boda por el covid. No está mal que te caigan 2.000 € del cielo sin haber hecho nada, pero claro, como estaba en el contrato... la situación no era para tener en cuenta contratos al pie de la letra y sí un poco más de empatía.
Tarda muchísimo en entregar las fotos y no responde a los emails.
Nos casamos el 19 de febrero y tras casi 5 meses desde la boda seguimos sin todas las fotos. Solo nos pasó 100 de las 800 pactadas y no sabemos qué pasa con el resto.
Su equipo es un encanto pero ella es poco profesional. No se puede dar este trato a un cliente, teniendo en cuenta el carácter tan sentimental del producto contratado.