Todos los novios quieren una postboda… mejor dicho, una luna de miel, un paraíso relajado, tranquilo, donde puedan compartir recuerdos del hermoso día que pasaron, la fantástica boda que tuvieron… en fin, un lugar mágico para que la magia aun no termine!
Y elegimos un lugar fenomenal, con una belleza impactante, una historia intensa, un lugar para dejar sin aliento. Se trata de la Casa de Santo António de Britiande, ubicada en la Región Demarcada del Duero, en el magnífico marco del Valle de Varosa, con un paisaje diverso compuesto de bosques, jardines, huertas y árboles frutales (almendros, cerezos, manzanos, nogales y perales), además de castaños. Los extensos jardines de la propiedad también están decorados con otro tipo de flora como alcachofas, lavanda, robles, cedros, fresnos, glicinias, jazmines, liquidámbares, tilos, entre otras especies.
La Casa de Santo António Britiande es un tesoro guardado en nuestro maravilloso Portugal, de una belleza natural y genuina, donde todo está pensado al detalle. Con cuatro habitaciones (dos dobles, una doble y una individual) y dos estudios, las habitaciones de la Casa de Santo António de Britiande son extremadamente acogedoras, decoradas con buen gusto y frente a los jardines, ofreciendo una vista reconfortante.
Es realmente imposible escribir sobre lo bueno y lo bueno que pasa en este lugar... ¡es simplemente divino!
“ El mundo es un libro y quien no viaja solo lee una página”.
San Agustín.