A Santi le diagnosticaron celiaquía en 2010, con 23 años, y tras una experiencia frustrada de querer comer dulces fuera de casa y no encontrar donde fundó Celicioso. Tanto celiacos, como personas sin ninguna intolerancia, disfrutan de sus exquisitos dulces en el centro de Madrid, donde su establecimiento se ha convertido en referencia del dulce sin gluten.
Todos sus productos son aptos para personas con celiaquía, conservando el sabor auténtico de cada uno de sus productos y a unos precios muy competitivos en relación a la repostería de siempre. Si deseáis que vuestra mesa de dulces o vuestra tarta nupcial esté exenta de gluten, Celicioso es vuestra opción.