Alquilamos 2 autocares para llevar a nuestros invitados de Moncloa a la finca cerca de Galapagar. La reserva y organización para el día con la empresa fueron fáciles, los autobuses llevaban un cartel para identificarlos fácilmente y los conductores tenían el contacto de dos invitados por si fallaba algo. Los traslados se ejecutaron de madera adecuada y eficiente, salvo por una incidencia a la vuelta. Cuando el primero de los conductores llegó, fue muy seco y poco flexible con el horario de la recogida, mientras que el otro autocar aún no había llegado por un accidente en la carretera. El pequeño caos por la amenaza de irse con el autobús vacío si no bajaban ya los invitados forzó el cierre de la fiesta algo prematuro, aunque algunos de los invitados tuvieran que quedarse esperando en la finca.