Dehesa La Torrecilla

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Dehesa La Torrecilla

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  • Capacidad (sentado) 400-400
  • Capacidad (de pie) 1000-1000

Dehesa La Torrecilla es un rincón con duende donde podrá celebrar su boda, rodeado de una poderosa y mágica vegetación que abre a su paso un hermoso cortijo extremeño. No falta detalle para que uno se encuentre como en casa, en pleno contacto con la naturaleza, y que vaya a la vez descubriendo el fantástico mundo del caballo.


Dehesa La Torrecilla consta de cuatro hermosos salones con ingredientes que no dejarán de sorprender, como el Salón de Carruajes, que nos permite sentarnos a comer entre una fantástica colección de coches de caballos, o el Picadero, de 2.000 metros cuadrados, un espacio que para la ocasión se personaliza y se viste para celebrar una boda con más de mil asistentes.


Solicite ya su cita previa para visitar sus instalaciones y seguro que no le dejará indiferente con sus espectaculares espacios rodeados de abundante vegetación.

Preguntas frecuentes

Capacidad de invitados
Modo banquete (sentados)
Minimo - Máximo
400-400
Modo cocktail (de pie)
Minimo - Máximo
1000-1000
¿Qué tipo de bodas se ajustan más a tu lugar de celebración?
Jardín - Rústica
¿Cuáles son los espacios más relevantes de las instalaciones?
Jardín, Terraza, Pista de baile, Piscina, Parking
El banquete/cóctel se puede realizar al aire libre?
Banquete al aire libre, Cóctel al aire libre
¿Cuentas con espacios diferentes para llevar a cabo la ceremonia, el banquete o el cóctel de la boda?
Capilla, Ceremonia civil
¿Celebráis más de un evento al día?
Uso exclusivo; sólo un evento al día
Gama de precios del servicio
Precio medio-alto

Opiniones sobre Dehesa La Torrecilla

1.0
1 opinión
1 opinión
Profesionalidad
(1)
Calidad/precio
(1)
¿Lo recomiendas?
(1)
carlos.madejon
Por Carlos
1
Utilicé este servicio en mi boda

Enorme decepción. El sitio es muy bonito y todo son facilidades hasta que pagas la reserva y ya te ponen problemas para encontrar un día para hacer la prueba de menú, que todo está lleno. Y lo peor: llega el día de la boda y... todo son prisas de la encargada y del personal. Tanto que el cóctel, que debía haber durado 90 minutos, aproximadamente, duró solo 55 minutos. Y lo peor es que en el momento no nos dimos cuenta, solo fue una sensación que confirmamos cuando días después empezamos a hablar con invitados que no habían probado apenas aperitivos y les costaba encontrar camareros con bebidas. Y aún peor fue cuando fuimos a reclamar días después de haber pagado y todo fueron malas formas, negar la realidad y ningún tipo de reconocimiento de culpa, a pesar de demostrar con las pruebas que habíamos pagado por un cóctel de 90 minutos y solo duró 55 minutos.

La boda celebración civil comenzó con media hora de retraso porque estaba el pueblo en fiestas y nos costó llegar al sitio. Nada más bajarse la novia ya la estaban atosigando. Tras la ceremonia nos hicimos unas fotos rápidas (30 minutos) porque queríamos disfrutar de un cóctel que habíamos reforzado con extras porque le queríamos dar importancia y disfrutar con nuestros invitados. Sin embargo cuando entramos al cóctel, nos costó encontrar bebidas y ya habían salido casi todos los aperitivos (unos doce). La encargada metió a la gente en la sala, porque según ella hacía mucho calor, lo que nos impidió hacernos siquiera la foto con muchos de ellos. Y las que nos hicimos, con prisas, porque según ella se iban a enfriar los platos de la comida. El cóctel, que en el folleto te dicen que dura entre 1,15 horas y 1,30h, duró menos de una hora (comprobado a posteriori con los datos de los fotógrafos oficiales). Digo yo que si alguien tiene calor en un cóctel se le pone más cerveza y se le pone a la sombra, no decide el sitio acabar con el cóctel 35 minutos antes. Nos hemos sentido estafados.

La comida igual, con prisas, como si estuvieras comiendo en un menú del día de un bar de carretera. A muchos invitados les intentaron quitar el plato antes de acabar. Nosotros no pudimos ni saludar a las mesas y brindar con cava, porque alguien de la finca decidió abrir la barra libre sin consultarnos.

Aparte de eso, las flores recomendamos no cogerlas con la floristería que tienen concertada, porque te meten una clavada importante, y sin capacidad de hacer presupuesto previo. Todo te lo da aproximado y luego siempre es más de lo que dicen.

La barra libre de chucherías es vergonzosa, hay bolsas de chuches con más cantidad y variedad que lo que te ponen en la mesa. Y qué hablar de los suplementos de barra de gin tonic y mojitos. No merece la pena, es una mesa sin decorar, con copas especiales y algún ingrediente a la que van los mismos camareros (2) de la barra libre solo si se lo pides. Para nade aprovechable.

Y espectacular lo de la recena. En la carta ofrecen MINI hamburguesas y perritos CALIENTES a casi 4 euros la unidad, pero oh sorpresa: resulta que si lo quieres caliente (el perrito) tienes que pagar un suplemento de cocina de 500 euros más. Y si no, te lo sacan todo frío. Vamos, que te sale más barato pagarles un menú aparte a los invitados en cualquier restaurante del pueblo cuando acabe la boda.

En resumen, el sitio bonito, la comida escasa pero aceptable, pero las prisas que meten, no sé si para ahorrar costes de personal o qué, y el trato posterior a la hora de presentar una queja, hacen que la experiencia de casarse ahí no merezca la pena.

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Ciudad: 10200

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