La Finca de San Antonio es una preciosa finca de finales del siglo XIX situada en Hoyo de Manzanares. Es un lugar que se caracteriza por su exclusividad, por su encanto y donde podrán encontrar distintos ambientes aptos para la celebración de la ceremonia civil, aperitivo, banquete y baile de una boda perfecta. En el Palacete podrán disfrutar de una panorámica única en la zona con unas espectaculares vistas, pudiendo divisar la sierra de Hoyo de Manzanares, el monte de El Pardo y toda la ciudad de Madrid.
Dispone de tres edificios singulares, con diferentes ambientes y dimensiones, donde encontrará el lugar idóneo para la celebración de cualquier evento. Su Pabellón tiene capacidad para albergar a trescientas personas sentadas. Los Jardines de La Finca de San Antonio disponen de una extensión de más de 20.000 m2.
He tenido que cancelar mi boda con estos señores después de desprecios y amenazas constantes por pedirles que me de vuelvan mi dinero amparado por una boda no celebrada durante el estado de alarma según Real Decreto. Lo peor de todo es que no ofrecen garantías de seguridad ni soluciones. Lo único que hacen es quedarse con tu dinero y robarte la ilusión. Esta pandemia ha sacado el abuso en este sector a relucir..
Lugar excepcional para una boda 10. Nos casamos en la Finca de San Antonio el 6 de Diciembre y tanto los invitados como nosotros quedamos encantados. Poder dormir allí mismo, en un alojamiento precioso, recibiendo todas las atenciones. La ceremonia fue en el invernadero, con una luz preciosa que no huvieramos tenido en otro tipo de recinto. La organización fue perfecta, nos lo pusieron todo muy fácil. La comida exquisita, abundante y variada. Muchos camareros atendiendo el coktel y las mesas durante toda la comida. Varios invitados eran vegetarianos o tenían alguna alergia y fueron muy bien atendidos. La temperatura, decoración y ambiente en todo momento fue de 10. Sin duda recomendamos la finca. Gracias a todo el equipo por hacer ese día tan especial.
Un lugar único. Celebramos ahí nuestra boda y fue una boda 10. Poder alojarse allí mismo, en un palacete precioso es un lujo. La comida exquisita, súper elaborada y hecha en el momento, a diferencia de otras fincas que estuvimos mirando en las que la comida era de catering. Las instalaciones impresionantes y el trato recibido súper profesional. La recomendamos 100%.