En mi casa nunca faltó una cámara. Ya de bien pequeño me adentré en este mundo haciendo las fotos y los vídeos de las vacaciones familiares. Con esos primeros tanteos aprendí a valorar la importancia de los momentos y los recuerdos. Aunque el público familiar era muy exigente, recuerdo con mucho cariño los momentos en que, tras llegar a casa, nos sentábamos alrededor de la televisión y reíamos reviviendo esos momentos.

Con los años, mi interés por contar historias no paró de crecer. Valorando la importancia de tener una formación base, me decidí a estudiar imagen i fotografía. Durante esta etapa conocí personas fantásticas y aprendí de grandes profesionales, que me ayudaron en mi proceso de maduración tanto a nivel artístico como personal.

Poco a poco fui formando mi propio estilo. Ya no se trataba sólo de capturar objectos, escenas, paisajes, personals...quería ir más allá. Capturar lo que esos objetos, escenas y personas transmitían, las emociones que generaban en el observador. Y esa se ha convertido en mi filosofía de trabajo.

Mis vídeos captan momentos, pero también acciones y sobretodo, reacciones. Capturar una mirada, una lágrima, un guiño, una sonrisa discreta… Son estos detalles los que nos transportan al momento en que tuvieron lugar y, a su vez, los que convierten cada momento en único.

Me apasiona contar historias y hacerlo a través de imágenes y sonidos es, para mí, una de las formas más completas para que los recuerdos no se olviden. 

¿Queréis que vuestros recuerdos duren eternamente?