El Hotel Landa merece una especial consideración por la belleza y la historia de sus instalaciones. Situado a pocos kilómetros de Burgos, se caracteriza por ofrecer un lujo sin estridencias y un servicio clásico.
Las instalaciones cuentan con una magnífica torre en la que se sitúan la mayor parte de las 37 habitaciones, de las cuales 24 son suites, todas exclusivas en cuanto a decoración y tamaño. Lo más espectacular del reciento es la piscina gótica cubierta, entre cuyas paredes se puede celebrar tanto el cóctel de bienvenida como la posterior fiesta.
El Hotel Landa se caracteriza por la excelencia de la gastronomía, desarrollada a lo largo de su amplia experiencia. Se centra en la comida tradicional castellana, con ingredientes como el cochinillo o el cordero, y en la calidad de las materias primas.