Le encanta lo que hace y por eso disfruta con cada uno de los trabajos que realiza, y esto queda reflejado en el resultado. Su fotografía es distinta, tiene alma.
Le encantan las bodas porque cree que no hay un evento tan especial como este, tan lleno de emociones, de sensibilidad, tan lleno de amor en cada uno de los momentos…
Sus reportajes son una experiencia de vida. La relación con sus clientes es muy especial, muy cercana, porque eso es tan importante como realizar buenas fotos. Le llena de satisfacción saber que, al finalizar el trabajo sus clientes se convierten en algo más. Ya formará parte de sus vidas para siempre. Por eso concibe su trabajo como algo tan especial, tan increíble.