En mi trabajo no hay clientes al uso, sino personas a las que me gusta conocer. Vuestras inquietudes e ilusiones son muy importantes para mí, en las fotografías tenéis una muestra de mi trabajo, escenas llenas de emoción con naturalidad y belleza. Detrás de cada boda hay una historia y contar la vuestra es mí objetivo. 

Como muchos compañeros me dedico a la fotografía de bodas porque sentimos pasión por lo que hacemos. La fotografía es un técnica creativa y muchos disfrutamos tomando fotos, pero se necesita verdadera pasión, amor, compromiso y mucho talento para ser un profesional. Una boda es para mí el arte de vivir la vida, celebrar el amor con alegría, risas y felicidad es una experiencia única. Por eso quiero ofreceros la mejor experiencia posible, cuidaré todos los aspectos del reportaje pero sobretodo seré vuestro mejor aliado hasta el final de la boda. 

El pastel os lo comeréis, disfrutaréis de la luna de miel, el vestido pasará por la tintorería y, sin embargo, lo que os quedará para siempre será el recuerdo de vuestra boda.

Cualquier otro detalle puede pasar desapercibido, se van y no vuelven. Pero las fotografías serán el recuerdo que mantengáis de por vida. Instantes que conservarán vuestras emociones para siempre.

Por eso, si estás leyendo estas líneas ahora. En un mar de proveedores, cáterin, fotógrafos y demás. Sólo os pido que os detengáis un minuto a pensar en que sentirás al ver tus fotos dentro de diez, veinte o treinta años. Porque ese es sin duda, el valor de vuestros recuerdos.

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Ojalá después de leer esto, podamos trabajar juntos para que vuestra boda sea lo más natural, divertida y memorable posible. Yo estoy deseando conocer vuestra historia.

¿Comenzamos?