Galileo está formado por una casa y un equipo que se complementan a la perfección.
La primera, una construcción recuperada de finales de 1800, hace las delicias de sus visitantes y se acompaña de un grupo de personas que trabaja de forma compacta para seleccionar materias primas de calidad y convertirlas, casi por arte de magia, en platos que combinan la cocina tradicional gallega con técnicas que Flavio Morganti, promotor y actor de esta idea, ha ido llevando a esta punta de España desde otros paises.
Si bien el trato es distendido y familiar, todo está pensado y preparado para que el ambiente, en el que se combinan luces y pequeños detalles, resulte cómodo y acogedor gracias a una decoración que mezcla lo moderno y funcional con piezas antiguas y restauradas.
Un proyecto pensado y estudiado que se adapta a las mil maravillas a cualquier tipo de celebración.