Emilio Rodríguez, propietario de O Grelo, sabía exactamente lo que quería cuando decidió abrir este restaurante en la comarca de Lemos. La decoración, el ambiente, la cocina, de cocción suave y en su punto, la selección del personal, etc., estan pensados para un proyecto impecable y más que recomendable para ceremonias de maridaje y cuya carta se divide en cinco apartados: entrantes fríos, entrantes calientes, pescados frescos, carnes y aves que se acompañan de más de 4000 botellas de vino de todas las denominaciones de origen, entre las que destaca el vino de la casa, Don Bernardino, elaborado y embotellado con mimo y atención.
Además de una restauración cuidada, la ubicación privilegiada de O Grelo, en el sur de Lugo y rodeado de un fuerte contenido histórico que abarca varios monumentos entre los que se encuentran el Castillo de San Vicente o la fachada neoclásica del Monasterio de San Vicente del Pino, añade un atractivo más que se suma a lo citado anteriormente. Un lugar que no defrauda y que goza en la actualidad de buena fama merecida y trabajada.