Veinte años descubriendo la fotografía desde que la conoció en un curso de laboratorio en blanco y negro. Enganchado de por vida, Tomás Badia ha hecho de la fotografía su filosofía de vida.
Loco por el fotoperiodismo, descubre fotógrafos de Magnum y se enamora del enfoque telemétrico y del instante decisivo y de la mano de Gabriel Cualladó, se apasiona por lo cotidiano. A partir de ahí, autodidacta en todo, revela y procesa sus films.
Angustiado por el trato impersonal de las bodas tradicionales y el que utilizaba la empresa en la que trabajaba, lo dejó todo para establecerse por su cuenta creando Tomás Badia Fotógrafo de Bodas. Para vuestra boda no quiere ser un servicio más, quiere complicidad, formar parte de vuestro gran momento, porque lo que le importa de la boda son sus protagonistas, es decir, vosotros.