Hay lugares de celebración que son verdaderas obras de arte. Cada uno de los detalles que lo componen son susceptibles de embriagar a novios e invitados, ya sea por su hermoso entorno natural o por sus fantásticas instalaciones. Y La Farinera Sant Lluis es el ejemplo perfecto, pues cada rincón que compone el espacio es digno de admiración, sobre todo para un evento tan exigente como una boda. Se encuentra en Girona, en plena Costa Brava, uno de los rincones más privilegiados de la geografía española.
Entorno y edificio
Los jardines de La Farinera Sant Lluis se postulan como el principal punto fuerte del complejo. Además de amplitud (130 hectáreas), relucen por el verde vegetal que le da vida, dibuajando un entorno mágico, muy similar a las fantasías místicas de los cuentos de hadas. Y dos de los platos fuertes son sus lagos privados, auténticas piezas de ingeniería natural que sirven como excelente telón de fondo para el reportaje fotográfico. Su ejército de árboles disemina de ejemplares la mayoría de la superficie y permite disfrutar de encantadores ceremonias civiles en mitad de un bosque, al abrigo de la naturaleza más pura. Un espectáculo en tonos verdes difícil de describir, pero increíble de sentir.
Además del arte natural que rezuma en el exterior, el edificio principal del lugar de celebración es otra obra a tener en cuenta, confeccionada con la mejor maestría arquitectónica. Se trata de un edificio modernista de 1913, tal y como ha catalogado la Generalitat de Catalunya, que ha sido convenientemente restaurado, dejando la esencia que, ya por entonces, era totalmente revolucionaria. A día de hoy, sigue sorprendiendo, y cuenta con un gran salón y varias salas polivalentes para que todas las bodas tengan cabida. También pueden encontrarse hasta diez suites que los novios e invitados puedes utilizar después de la gran velada, y dentro de la propia finca incluyen pequeñas casas rurales con piscina, las llamadas Masos Can Sot, para alojar hasta cuarenta personas que podrían disfrutar de más servicios al día siguiente (barbacoa con piscina, brunch, etc.).
Los intangibles
El servicio de La Farinera Sant Lluis está a la altura de su entorno e instalaciones. Todo su equipo se esfuerza al máximo para que los novios se sientan como en casa y, al mismo tiempo, cumplan su sueño en la intimidad de su espacio. Porque si algo destaca en la finca es la quietud y la calma que se respira por todas partes, creando un clima privilegiado para pasar el tiempo con la familia y los amigos, alejados del mundanal ruido. Un entorno de paz gracias a la amplitud y frondosidad de sus jardines y al carácter intimista de sus propietarios, que se han esforzado por ensalzar la atmósfera de privacidad.
Por otro lado, en La Farinera Sant Lluis se adaptan completamente a la pareja, pues tienen libertad para personalizar su boda. En este sentido, las parejas pueden traer a sus proveedores favoritos y confeccionar su gran día siguiendo el estilo que más deseen, sin ningún tipo de límites o restricciones.
La exclusividad que ofrece La Farinera Sant Lluis es prácticamente insuperable. Desde su mágico entorno hasta la belleza de su gran edificio, todo se conforma según el carácter privado e íntimo de la Costa Brava, que vive en su propio universo de naturaleza, encantos y buena vida. Y no hay mejor escenario para una boda única.
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