Muchos aseguran que ya no creemos en cuentos de príncipes y princesas. Con la que está cayendo en nuestro país alrededor de la monarquía, quizá sea cierto. Pero siempre hay algún romántico que nos vuelve a hacer soñar.
En esta ocasión ha sido un voluntario de una ONG en Marruecos el que ha protagonizado el papel de su vida. No ha sido el de príncipe sino el de sapo y no buscaba el beso de su amada para volver a ser humano sino para retomar su vida con la que ya fue su mujer con anterioridad.
Los personajes de este cuento son muy reales y se llaman Enrique Díaz y Sara Espinar. Él ya no tiene 21 años ni ella 18 como aquella primera vez que se casaron. Pero la edad no ha sido un obstáculo para disfrazarse de sapo y contraer así matrimonio con su amada. De este modo celebraron su segunda boda el 2 de junio tras haberse divorciado dos años antes. El escenario esta vez fue meticulosamente elegido, el Jardín Botánico de la Concepción. Un lugar en el que no desentonar tanto con aquel traje verde de sapo.
Este peculiar matrimonio se casó muy joven y tuvieron dos hijas en los 14 años que estuvieron juntos. Tras dos años separados se dieron cuenta de que no pueden vivir el uno sin el otro y han decido volver a casarse. Enrique también buscaba que su esposa tuviese una boda mejor ya que para la primera no tenían mucho apoyo económico. Si hay algo claro es que esta boda no se le olvidará a la novia ni al resto de invitados.
Y si no os creeis este cuento dar al play!
Autor: Sur.es
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