14 parejas que molaban y que nos gustaría que volvieran

El tiempo acabó con su amor, pero guardaremos la esperanza de que unan sus vidas de nuevo para siempre jamás.

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El amor no siempre es eterno. Hay parejas que, a pesar de parecer ideales, acaban por terminar su relación y dejar a la opinión pública decepcionada. ¡Es una lástima! Hoy, defendemos a las parejas que molan de verdad, las que tienen flow, las que quedan perfectas juntas y con mucho estilo, como cosidas por el mismo patrón. También son las relaciones que, por desgracia, ya no disfrutan de un amor en común, pero que desearíamos que así fuera. No decimos que tenga que ocurrir, pues casi todas ellas comparten un idilio amoroso con otras personas y no buscamos su separación, pero no está de más fantasear con algo que sería muy bonito.

Britney Spears y Justin Timberlake

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Una de las parejas jóvenes que siempre recordaremos. Él es feliz con Jessica Biel en la actualidad (llevan cinco años casados), pero nuestra mente de los 2000 se posiciona en favor de esta pareja que, quizá producto del marketing, nos satisfacía más que mezclar Fanta y Coca-Cola en un mismo vaso. Se convirtieron en un producto importantísimo de la industria musical, tal y como ha ocurrido con Beyoncé y Jay Z. Britney acudía como telonera a los conciertos de NSYNC y ambos despertaban la envidia y la aprobación de todos los fans a la vez, hasta el fin del amorío en 2002.

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Foto: Cordon Press

Emma Stone y Andrew Garfield

Se conocieron en el set de The Amazing Spiderman, donde él interpretaba a Peter Parker y ella a Gwen Stacy. Su química era abrumadora, tanto dentro como fuera de la pantalla. Juntos lucían una especie de simbiosis hipster, moderna, bohemia e intelectual en su día a día. En las alfombras rojas, optaban por la elegancia de los grandes eventos, sin perder un ápice de “molamiento” y buen gusto. También hacían el tonto en comandita, como ocurrió en el show de Jimmy Fallon, donde tenían que reinterpretar uno de sus besos en la peli y lo hicieron de la manera más cómica posible. En este sentido, lo que destacaba en ellos era su humor y espíritu joven, desplegado a través de dos adultos que se comportaban como tal solo cuando convenía.

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Brad Pitt y Jennifer Aniston

Aunque parecería obvio hablar de Brangelina, nos remontamos al final del matrimonio del actor con Jennifer Aniston, todavía doloroso a pesar del paso de los años. No es que no aprobáramos la relación entre Brad y Angelina, pero la ruptura con Jennifer nos dejó hechos polvo. Y ambos molaban, porque no solo se vio en el capítulo de Friends donde Brad hace un cameo, sino porque la pareja se unió sin que nadie lo esperara y siempre se mostraron humildes y enamorados. Juntos hacían un buen tándem que quizá ha cogido más lustre gracias a la irrupción de Angelina en el idilio, convirtiendo la relación en una especie de mito y a Jennifer en la nueva heroína del pueblo.

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Tim Burton y Helena Bonham Carter

Los excéntricos artistas rompieron su relación tras trece años de amor. Pero, ¿por qué? ¡estaban hechos el uno para el otro! El director y la actriz no solo compartían melena rizada indomable, sino que Helena había salido en todas las películas de Tim desde 2001 y los dos esgrimían la misma habilidad para ser raros y genios en su trabajo. Ambos se compenetraban y formaban una pareja de corte gótico, ajena al mundo actual y, posiblemente, huyendo de la luz del Sol. Sin embargo, el hecho de que vivieran en dos casas separadas que se unían por un túnel (sí, como lo lees) quizá vaticinaba el final de la relación. Un cierre digno de ellos, por supuesto.

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Johnny Depp y Winona Ryder

Los actores estuvieron saliendo durante tres años en la década de los 90, tras conocerse en el estreno de la película Gran bola de fuego. Juntos protagonizaron Eduardo Manostijeras, donde Johnny interpretaba al esperpéntico personaje principal que vivía solitario en una mansión. En aquella época, los dos actores eran ídolos cinematográficos que, además, servían para forrar las carpetas de todos los adolescentes. Su amor, por tanto, era un sueño hecho realidad a la altura del de Brad Pitt y Angelina Jolie. Sin embargo, la juventud y el éxito acabó por imponerse, y después vinieron sus relaciones separadas y los escándalos.

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Foto: Daily News

Paula Echevarría y David Bustamante

El final de la relación no tenía sentido, a pesar de los constantes rumores de las grietas de su amor. Su matrimonio parecía perfecto, aunque ambos se habían esforzado para que todo el mundo lo pensara. Ella es una gurú del estilo para muchas especialistas; él, un cantante que dio un cambio radical, posiblemente algo artificial. El caso es que juntos parecían dos personajes de revista permanentes, quizá forzados, pero agradables a la vista (y, a veces, empalagosos) cuando compartían sus palabras de amor y su cascada de fotos en redes sociales. ¡Si hasta ella era fan de Bustamante y de su música antes de la relación! Pues nada, se acabó.

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Woody Allen y Diane Keaton

Se conocieron en 1968 y enseguida conectaron, sobre todo por su neurosis común, timidez y facilidad para soltar chistes y anécdotas graciosas. Mantuvieron un romance entre 1973 y 1975, época en la que Diane también era musa del director neoyorquino. Durante seis años, la actriz protagonizó junto a Woody todas sus películas, desde 1973 hasta 1979, pues la relación de amistad que forjaron continuó fuerte incluso acabada la relación. Su química era evidente en la pantalla, donde se demostraba que ambos bebían de sus propios trabajos. Ella ganó un Oscar a sus órdenes por Annie Hall y, recientemente, la actriz ha confesado que su amor hacia el director continúa, quizá platónico, quizá nostálgico, pero amor al fin y al cabo.

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Antonio Banderas y Melanie Griffith

Era la pareja de Hollywood por excelencia. Él aterrizaba en la industria americana con la fama de dandy latino (abrió el camino a muchos actores españoles en Estados unidos); ella, por aquella época, era uno de los sex symbol del panorama. Tras conocerse en la divertida Two Much de Fernando Trueba, comenzaron un idilio que daba alas al amor trasatlántico y, de cara a los españoles, nos mostraba que podíamos buscar el amor fuera, incluso con personas aparentemente inalcanzable. La pareja destruyó complejos y mostró una excelente relación hasta que llegaron los malos asuntos que sobrevolaron el final de su historia. Ella llegó a tatuarse el nombre de Antonio dentro de un corazón, aunque su valor artístico siempre se puso en duda.

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Susan Sarandon y Tim Robbins

Era una pareja modélica, sobre todo por su larga relación (¡21 años!) y su activismo político. Eran dos de las cabezas más visibles en todas las manifestaciones (ella fue arrestada en 1999 durante una protesta), apelaban a la justicia y, además, eran (y son) dos grandísimos actores. De hecho, ella ganó su único Oscar por Pena de muerte, dirigida por Tim e interpretada junto al doblemente oscarizado Sean Penn. Pero la pareja no llegó a casarse nunca, ya que, según había manifestado Susan, no quería que ninguno de los dos diese por hecho al otro en la relación. Aun así, sí trajeron al mundo a dos chicos. Todos lamentamos el desgaste del amor entre ambos.

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Jennifer López y Marc Anthony

Una de esas parejas que tuvieron que estar juntos sí o sí. Trabajaron juntos por primera vez en 1999 con el célebre tema No me ames y lo han vuelto a hacer con Olvídame y pega la vuelta, esta última tras su matrimonio fallido de siete años. Con dos hijos y un millón de historias, la pareja latina parecía destinada a permanecer toda la vida unida, pero, por suerte, queda una buena amistad entre ellos. Ella le ha llegado a llamar “alma gemela”.

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David Bisbal y Chenoa

¿Cómo no iban a estar estos dos en la lista? Su ruptura ha sido la más sonada de la última década en España, edulcorada con el chandal que Chenoa llevaba mientras lloraba en el momento que comunicó a la prensa el final de la relación. Ambos coincidieron en la primera edición de Operación Triunfo, uno de lo programas más exitoso de la televisión y que, cómo no, colocó a la pareja en el candelero durante años. Todos querían ser como ellos y recibieron la noticia de la relación con los brazos abiertos. Pero el final, con Chenoa como única damnificada, ha provocado ríos de tinta durante casi dos décadas, por no hablar de la posible cobra que él le habría hecho a ella en Operación Triunfo, el reencuentro. Un drama shakesperiano.

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Kaley Cuoco y Johnny Galecki

La relación de los protagonistas de The Big Bang Theory estuvo en las sombra los dos años que duró, desde 2007 a 2009. Curiosamente, su affaire en la serie comenzó durante ese último año, cuando solo quedaba amistad en la vida real. Y no hubo ningún problema. Su química en la pantalla es una obviedad y su relación de amistad detrás de ella un hecho que no pasa desapercibido ni en las redes sociales ni en los medios. De hecho, a pesar de las relaciones de ambos, con una boda incluida (Kaley estuvo casada con Ryan Sweeting entre 2013 y 2015), siempre han existido rumores que ambos se han esforzado en acallar tirando de humor. ¿Volverán alguna vez?

Aquí se observa su buen rollo:

Aquí desmintieron su supuesto nuevo romance:

Justin Bieber y Selena Gómez

Otra relación de adolescentes que enloqueció a los fans y que sirvió para generar producto, nuevamente musical. Las estrellas que rondan los 20 años del momento siguen siendo ellos y su ruptura fue sonada, con canciones dedicadas incluidas (The heart wants what it wants de Selena y Sorry de Justin). Aunque vemos improbable su reconciliación, siempre le quedará la esperanza a los jóvenes que han bailado en las discotecas con su música. Son los Britney Spears y Justin Timberlake de la década.

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Orlando Bloom y Miranda Kerr

Pareja de guaperas: Orlando triunfaba tras el éxito de El Señor de los Anillos y Piratas del Caribe; Miranda encandilaba el mundo como ángel de Victoria’s Secret. Se casaron en 2010, aunque ya llevaban tres años de relación que les habían colocado como gran pareja del mundo de las celebrities. Ciertamente, ambos parecían encantadores juntos, además de despertar envidias por la belleza que destellaban. Sin embargo, el tiempo acabó por minar su matrimonio, pero no su relación de cordialidad, siempre por el bien de su hijo Flynn.

Ella ha vuelto a casarse, esta vez con el fundador de snapchat Evan Spiegel; y él estuvo saliendo un año con Katy Perry, otra de esas parejas explosivas, originales y que también podría incluirse en este listado.

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¿También quieres que vuelvan? Fueron un ejemplo y, a pesar de su amor fallido, nos quedamos con el recuerdo. ¡Quizá unan sus vidas de nuevo alguna vez!

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