La resaca se podría definir como las consecuencias de algo (cualquier algo sería válido en este caso) después de un pequeño período de tiempo. En una boda, hay varios motivos por los que tener resaca; se trata de un acontecimiento que, tras un frenesí de situaciones, acaba de golpe y deja a cualquier persona en shock. Por ello, analizamos uno por uno los tipos de resaca y la mejor forma de solucionarlos.
La resaca propiamente dicha
Generalmente, este término se asocia al estado físico y mental de las personas después de la ingesta de mayor o menor cantidad de alcohol. Llegados a la mitad de la veintena, la resaca se gradúa con honores, alcanza un nuevo nivel desconocido y, en lugar de darte más poderes, te deja hecho polvo, prácticamente al borde del asilo.
Para que en tu boda no pase esto, te recomendamos tomarte un ibuprofeno antes de dormir; muchas veces, este remedio te deja como nuevo al día siguiente (también puedes tomártelo entonces). También, alternar las copas con vasos de agua, tomar una cucharada de aceite antes del sarao (raro, pero efectivo), evitar la combinación de alcohol con refrescos light (ideal para que el alcohol no vaya directamente a la sangre, aunque lo mejor es combinar con zumo), no mezclar tipos de alcohol, comer antes o después de acostarte (en este caso, los carbohidratos ayudan). ¡Lo importante es rehidratarse y recuperar todo lo que el alcohol te ha quitado durante esas horas de fiesta!
La “resaca” de la fiesta
¿Qué hacer cuando ya está todo hecho? En primer lugar, liquidar el asunto económico, es decir, todo esos pagos que hay que completar y que pueden variar según el número de invitados final (finca y catering, por ejemplo). Seguidamente, decidir qué hacer con los complementos (seating plan, decoración, regalos que han sobrado…), pues muchos los guardan como recuerdo y otros prefieren ser más prácticos. Después, llevar los atuendos a la tintorería y pensar en su posible conservación como recuerdo único. Además, algunas parejas llaman o escriben mensajes de agradecimiento a aquellos que les acompañaron el ‘Día B’.
Aunque el tema del papeleo del libro de familia se suele dejar para después de la luna de miel, este es un aspecto en el que hay que pensar desde que abres los ojos esa idílica mañana posboda. Desde ese instante, también empezarás a pensar en las fotos, que tardan entre tres y seis meses en llegar. Aunque quede un tiempo, las ganas te harán buscar en todas las cámaras personales y móviles para encontrar evidencias de la felicidad que vivisteis. También pensarás en las copias que tienes pensadas para entregar a tus personas favoritas.
La “resaca” de emociones
Parece cursi a primera vista, pero nada de eso. Cuando todo termina de repente, después de tantas emociones, saludos, discursos, risas, lágrimas y nervios, cada persona experimenta de una forma diferente todo el asunto. Resulta lógico quedarse sin fuerzas y pensar mucho, así como asimilar cada momento del día, repasar cada sensación y comprobar si estamos o no satisfechos con el resultado. Es un momento extraño, como de estar en el limbo, y quizá sea ese un buen lugar en el que permanecer unas horas e impregnar de magia esos instantes irrepetibles. ¡Disfruta de ese estado!
La “resaca” de la nueva situación
Ya está hecho: estáis casados. Ya no hay vuelta atrás. Por ello, después de un día movidito y una noche en plena vorágine nupcial, ha llegado el momento de asimilar la nueva realidad. Ahora compartís una vida juntos, más fuerte si ya vivíais en la misma casa o nueva si es la primera vez que compartís nidito de amor. Todo lo que os viene por delante puede ser muy emocionante, pero también trae contigo decisiones duras, problemas y, sobre todo, soluciones, a las que tienes que entregarte para que todo marche bien la mayor parte del tiempo. Por ello, quizá sea este el instante en el que “gritar” bien alto: ¡vamos a comernos el mundo juntos! Para empezar, un viaje juntos que no solo ayudará a empezar esa vida en común, sino que quizá sea uno de los más espectaculares de vuestra vida.
¿Pensabas que solo había un tipo de resaca? En una boda, las situaciones, momentos y emociones son tan amplias que pueden marcar el devenir del día siguiente.
Como después de la boda todavía queda mucho por hacer (si quieres), descubre los 7 tips para que tu noche de bodas sea inolvidable, averigua por qué realizar una sesión de posboda de la mano de nuestros expertos o los viajes excitantes, diferentes y únicos para tu luna de miel.
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