“Vísteme despacio que tengo prisa”, dice uno de los refranes populares, y es que la mejor manera de apresurarse es hacer las cosas con el cuidado que necesitan de forma que se pueda avanzar sobre seguro. Para hacer las cosas rápido y mal, ¡mejor no hacerlas! Sobre todo en lo referido a las relaciones de pareja…
Y tú, ¿has pensado en qué punto te encuentras? Puede que estés haciendo algo que no mejore la vuestra. Por eso, llegadas estas fechas de relax y desconexión queremos que te detengas y analices estos 5 momentos que pueden estar estropeando tu relación sin que ni siquiera lo sospeches…
1. Las prisas no son buenas
Como se decía al principio, no hay nada beneficioso en ir rápido… Bueno, algo hay, sobre todo cuando se habla de los inicios de una relación. Al principio todo es maravilloso, la química hace de las suyas y funciona a la perfección y os compenetráis al máximo. Sin embargo, ¡cuidado! Este mismo factor que os unió puede acabar separándoos…
Según explican los expertos, en una relación uno se debe relajar y permitir que el paso del tiempo os deje conoceros mejor mutuamente, sólo así conocerás realmente sus necesidades y límites, al igual que la otra parte, los tuyos.
2. Tampoco a paso de caracol…
¿Cómo se sabe una que todo va viento en popa? Porque funciona sin más, ¡ese es el simple truco! Y es que cuando una pareja consigue establecer sus planes de futuro, con sus metas y objetivos, ambos debéis caminar hacia esos propósitos, tanto de forma emocional como física. De lo contrario, si la pareja experimenta un estancamiento, empezarán a surgir las insatisfacciones y el aburrimiento.
3. ¿No tenéis tiempo de estar el uno con el otro?
Si la respuesta es sí, el futuro no se ve muy agradable… Si bien es cierto que todas tenemos una agenda muy ajetreada, llena de eventos, de trabajo, de reuniones, de cosas que hacer, etc. También es necesario sacar tiempo para la otra persona.
Haciendo una comparación, dicen los que entienden más a fondo sobre el tema que una relación es como una planta, la cual si no se riega, cuando se necesita, ésta se marchitará y, posteriormente, morirá. Debe encontrarse el equilibrio para poder dedicar tiempo de calidad a la pareja.
4. Cuando se vive solo en pareja
Parece algo confuso y contrario, pero cuando una relación no funciona bien, sucede esto. Antes de nada, diremos que somos partidarias de que cada uno tenga su espacio en la relación, pero no que ese espacio se convierta en el todo.
¿Qué significa eso de vivir sólo, pero en pareja? Comienzas a quedar continuamente con tus amistades, sólo haces aquello que te gusta, te centras en tus pasiones (sin importar las del otro u otra), etc. A raíz de ello todo te traerá sensaciones negativas en lo referente a tu relación de pareja, la cuales, además, no ayudarán a que tu relación sea duradera.
5. Pensar que el trabajo ya está hecho
Para que todo vaya hacia delante, cuando estéis mal podéis recordar juntos los inicios de la relación y así recordaréis mantener ese esfuerzo que hacía sentir especial a la persona que mas amas. De hecho, nunca debes dar por sentado que en tu relación todo está bien fijado. Como decía la canción de la popular serie: “nada es para siempre“.
Por último, recuerda que esa persona es la que tú has elegido para seguir juntos vuestra vida, para caminar unidos y para esforzaros en compartir lo bueno y lo malo que os suceda. Compartiendo cada instante, creceréis unidos hacia una relación que os llene de felicidad.
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