Brigitte Bardot lo puso de moda en los 60 y desde entonces ha llevado su nombre: el escote Bardot o de hombros caídos, que envuelve los brazos y deja al descubierto las clavículas, ha sido una de las tendencias más potentes del streetstyle desde hace varios años. Una tendencia tan, tan popular que en las nuevas colecciones de novia se ha convertido en una de las estrellas de los looks para 2018.
Súper sensual, femenino y muy favorecedor, este vestido cotiza al alza entre las nuevas novias porque toca todos los palos: sienta bien a todas las siluetas, es atemporal y capaz de resistir el paso de los años, y a menudo logra el equilibrio perfecto entre la sensualidad de las curvas femeninas, especialmente en el cuello y los hombros, y el toque dulce y naïve de las novias clásicas. ¿Sabes por qué el escote Bardot triunfa en 2018? Te damos 6 motivos que lo explican.
1. Es sensual, femenino y, a la vez, discreto
Durante varias temporadas los vestidos de novia han buscado la sensualidad total en las espaldas descubiertas y los escotes de vértigo. El escote caído en los hombros es un claro competidor frente a estos diseños, sin tener que arriesgarlo todo a una carta: este vestido princesa de Oscar de la Renta combina una delicada falda envolvente de tul con un cuerpo de transparencias con flores bordadas estratégicamente sobre el tejido, que flotan como por arte de magia en torno a la parte alta del brazo. Un bouquet maravilloso al que resulta imposible no dar el ‘sí quiero’.
2. Nunca pasará de moda
Podrás volver a ver las fotos de tu álbum de boda dentro de dos décadas y no sentirás que tu traje se ha quedado desfasado o demodé: igual que las rayas Breton, otra tendencia puesta en órbita por Brigitte Bardot, el escote de hombros caídos es un clásico atemporal que resiste a la perfección el paso del tiempo. Esta propuesta de estilo helénico de Pronovias combina un cuerpo drapeado encajado en la cadera con un diseño vertical en zig zag, con una sinuosa cola de gasa cortada al biés y un travieso escote con manguitos de quita y pon.
3. Se adapta a todas las facetas de la novia
Aunque el look Bardot se asocie enseguida a un look muy veraniego, con sabor al sol y mar de la Costa Azul, lo cierto es que el escote off-the-shoulders se adapta a prácticamente el 100% de los estilos de novia: del princesa al helénico, pasando por un diseño minimalista de líneas puras. La firma Sachin & Babi propone dos novias idénticas, con silueta tipo tubo con escote palabra de honor un poquito curvado a la altura de la axila, uno con un estilo de corte boho con manguitos de encaje, y otro con una pareja de lazadas minimalistas, que contrastan con la diminuta blonda de encaje del escote.
4. No tiene por qué ser súper sexy
Una de las “desventajas” del vestido de novia palabra de honor es que, a veces, puede resultar demasiado sexy para pasar por el altar: en estos casos algunas novias optan por cubrirse los brazos con una chaqueta o una capa, y otras por un traje desmontable que lleve mangas de quita y pon. El escote off-the-shoulders rebaja el efecto “al desnudo” del palabra de honor, añadiendo un twist muy dulce en el proceso. Este diseño georgette con apliques de encajes florales de St. Patrick, envuelve suavemente los brazos y se junta en el centro del pecho con una discreta línea corazón.
5. Puedes combinarlo con la tendencia cold-shoulders
El escote cold-shoulders es una sólida alternativa al palabra de honor porque no deja el hombro completamente al descubierto, sino solamente la parte redondeada, combinando la manguita caída con un escote de línea halter. Estos diseños son de rabiosa tendencia, y eso que recuperan un estética totalmente 90’s.
6. O llevarlo con manga larga
Como propone Rosa Clará en este vestido de novia totalmente atemporal, que opta por la falda princesa ahuecada en las caderas bordad con detalles de plumetti y blondas de encaje. El efecto de los hombros caídos es el contrapunto perfecto a las mangas de encaje a la muñeca, un estilo de novia puesto de moda por Grace Kelly, con una hilera de botones vistos súper pequeñitos en el reverso. Discreta, royal y muy femenina.
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