8 películas de los Oscar en las que no faltaron bodas
La próxima gala de los Oscar nos lleva a recordar las nominadas y premiadas de otros años que incluyeron celebraciones nupciales.
Los Oscar están a la vuelta de la esquina, por lo que es momento de pensar en cine. Y es que la gran gala de los Premios de Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, prevista este año para el próximo 4 de marzo, es un cúmulo de noticias, emociones, galardones, moda y reivindicaciones.
Desde Zankyou, mantenemos nuestro espíritu y rompemos una lanza (o varias) en favor de esas películas con bodas que han gozado de nominaciones o premios en el Dolby Theatre (antes Kodak Theatre) y en los anteriores espacios de celebración.
1. Cuatro bodas y un funeral (1994)
El nombre ya adelanta lo que nos vamos a encontrar. Las cuatro bodas ganan peso con el paso del metraje. En la primera, la boda sirve para presentar a los personajes que tendrán relevancia durante la película, aunque ellos solo actúen como invitados de la misma; en la segunda, se casan dos de los personajes que se enamoran en la anterior boda; la tercera, será la boda de la protagonista femenina (Andy MacDowell), que guarda un amor (o algo parecido) por otro hombre, el protagonista masculino (Hugh Grant); y la cuarta, la del propio protagonista con otra mujer que no es Andy MacDowell. ¿Ya sabéis cómo acaba?
2. El señor de los anillos: El retorno del rey (2003)
Aunque pueda parecer que Aragorn y Arwen se casan en las últimas secuencias de la película, en realidad, las imágenes muestran la coronación del rey de Gondor y el reencuentro del personaje con su amada elfa. La boda se presupone, pero en ese momento solo disfrutan de un maravilloso encuentro en un momento de celebración que no tiene nada que ver con una ceremonia nupcial.
Sin embargo, la boda llega unos minutos más tarde de la película, en La Comarca, entre Sam y Rosita Coto, su amor platónico que se convierte en realidad y con el que promete casarse poco después de la destrucción del anillo, sobre las rocas rodeadas de lava. El enlace es sencillo, muy propio de los hobbits, pero manifiesta la absoluta felicidad de los contrayentes.
3. Forrest Gump (1994)
En la última hora de la película, nos adentramos en la vida de Forrest Gump después de su historia relatada en el banco. Hay un antes y un después. A partir de ese momento, cuando deja el banco, Forrest se entera de que tiene un hijo, de que Jenny quiere seguir su vida con él y de que esta está gravemente enferma.
Jenny, que ya ha agotado su vida de espíritu libre, decide pasar sus últimos días de enferma con Forrest y su pequeño. Para ello, vuelven a Greenbow y se casan en una boda sencilla e íntima que sirve para formalizar una relación de cariño y amor que siempre había existido. Entre ese amor y el egoísmo propio de la juventud, Jenny inicia un final trágico pero feliz.
4. La teoría del todo (2014)
La película sobre la vida de Stephen Hawking lanza al cosmos cinematográfico dos actuaciones estelares, las de Eddie Redmayne y Felicity Jones. Al principio de su vida en común, con maravillosas secuencias de estética naif y esencia poética, uno de los pasos que dan juntos es el de casarse. Se muestran imágenes de la boda en planos de poca duración, pero cuidadas, con bellos colores y una musicalidad increíble. Teniendo en cuenta que Jane acepta iniciar la relación con Stephen a pesar de conocer el destino de la enfermedad del científico, y ante la consiguiente negativa del joven, que intenta evitar hacerla pasar un mal trago, la historia cobra mucha más importancia. En la boda, el genio británico ya mostraba alguno de sus síntomas.
5. Up (2009)
Las imágenes de boda que vemos en Up son planos cortos que preparan una de las historias más alucinantes y encantadoras que ha inventado la industria de la animación. De hecho, ponen en contexto la película, con la historia de amor de Carl Fredricksen y su querida Ellie como semilla.
La muerte de esta última es una de las primeras noticias que tenemos al iniciar el metraje, una triste nueva que lleva al protagonista a descubrir un libro de aventuras. Con la ayuda de unos globos que le permitirán surcar el cielo, Carl se pone en marcha para cumplir el sueño de su esposa: visitar las Cataratas del Paraíso.
6. La vida es bella (1997)
La boda de esta historia no es positiva, pero el final de la misma nos llena de alegría, pues dio lugar a una de las mejores películas de todos los tiempos. En dicha celebración, Guido actúa de camarero para la familia y amigos de Dora, la mujer que le había cautivado días anteriores a pesar de su futuro matrimonio con un mandatario del régimen de Mussolini, Rodolfo.
Durante el banquete, Guido se topa con Dora bajo una mesa (él recogía algo del suelo, ella había ido en su busca), se besan y ella le pide que huyan juntos. A los pocos minutos, Guido hace su aparición con un caballo pintado de verde, en el que se lee “Achtung, caballo judío”, y pide a Dora delante de todos que le acompañe. Lo que parece una broma, es una huida en toda regla.
7. Braveheart (1995)
La boda secreta entre William Wallace y Murron en esta épica y magnífica película de Mel Gibson es una de las más bellas del cine. Se produce de noche, en mitad del bosque, rodeados de una pátina mística, con la sola presencia del cura, una cruz y la magia del entorno. De hecho, el poder de la boda es más fuerte si se recuerda una de las primeras secuencias de la película, en la que Murron, de niña, entrega una flor a William Wallace antes de que este parta fuera de Escocia.
Sin embargo, tras la boda, la muerte de Murron a manos de los ingleses motiva la gran escaramuza que enfrentó a escoceses e ingleses en la película (la realidad difiere). La defensa de la libertad lidera esa comitiva escocesa.
8. Sentido y sensibilidad (1995)
La boda no está relacionada con la historia principal entre Elinor (Emma Thompson) y Edward (Hugh Grant), sino con la del coronel Brandon (Alan Rickman) y Marianne (Kate Winslet). Un matrimonio que costó solidificar, pues Marianne amaba a otro hombre, y Brandon, hombre herido por una relación pasada, apareció como la mejor solución para encontrar el amor. Sin embargo, esta historia acabó fructificando, pues el amor surgió y ardió hasta desembocar en una boda por todo lo alto. Hay historias que merecen un poco más de tiempo.
Ansiamos la gala de los Oscar por la magia del cine y todo lo que ello genera. De momento, y quedándonos en nuestro mundo, esta selección para vibrar con el arte del celuloide y las bodas de todo tipo.
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