Cuenta Jordi Tudela, el fotógrafo de la boda que os presentamos, que la conexión entre Carlos y Lidia fue instantánea, “y conmigo también”, apunta. “El mismo día de la pedida, Lidia me dijo que quería casarse y que yo fuera el fotógrafo, sin tener aún fecha de boda”.
El profesional de la fotografía conoció a los novios en la boda de la hermana de Lidia, y quedaron tan encantados con el trabajo que le entregó a su hermana, que no tuvieron dudas, desde ese día sabrían que su fotógrafo de boda sería él.
Y así fue, “un par de años más tarde han decidido darse el ‘sí, quiero’ y yo he tenido el placer de inmortalizarlo. Pero antes no han faltado las reuniones, donde me comentaban sus ideas, detalles, deseos y emociones”, explica Jordi Tudela. Y es que, su trabajo es impecable. Establece una reunión con los novios para conocerles y descubrir todos los detalles de la boda, un encuentro que servirá también para establecer la confianza necesaria, por ambas partes, pero sobre todo, por parte de los novios, de manera que puedan mostrarse ante la cámara con naturalidad.
El fotógrafo, entre sus servicios, ofrece también sesiones preboda, y Carlos y Lidia no quisieron quedarse sin esas maravillosas fotos de pareja. Además, realizaron un pequeño reportaje lleno de fotos de estilo vintage que utilizaron para las invitaciones que enviaron a familiares y amigos.
La ceremonia
La boda se celebró en Mas de Can Riera y, nada más comenzar, empezaron las sorpresas. Todo estaba personalizado a la perfección, adaptado a los gustos y personalidades de los novios.
El novio, vestido de Trajes Señor, hizo su entrada a la ceremonia en una moto antigua junto a su madre, algo que sorprendió a los invitados provocando un momento de lo más original y divertido. Lidia, por su parte, con un vestido corte princesa de St. Patrick con escote palabra de honor, llegó del brazo de su padre, momento en el que no faltaron lágrimas de emoción. Jordi Tudela asegura que fue una ceremonia de lo más emotiva con discursos llenos de sentimiento.
El banquete
Tras la ceremonia, dieron paso al cóctel, del que los invitados pudieron disfrutar mientras los novios realizaban una sesión de fotos muy divertida. “Y es que, el ambiente de fiesta y alegría no dejó de estar presente ni un segundo”, explica Tudela. Aprovecharon todos los rincones de la masía para mostrarse de lo más naturales ante el objetivo y conseguir instantáneas como estas.
Baile de los novios
En el baile, amenizado por Festivat, todos rieron y bailaron al ritmo de coreografías de lo más variopintas, y se vivieron instantes llenos de felicidad. Fue una boda cargada de alegría y emoción que terminó con fotografías nocturnas de lo más románticas.
Y es que, cuando se prepara una boda con tanta ilusión y se elige a cada uno de los proveedores a conciencia, el resultado es este. ¡Gracias Jordi Tudela por compartir este reportaje de boda con nosotros! Y vosotros, si estáis organizando vuestra boda, dedicadle tiempo a la elección del fotógrafo, recordad que de su trabajo dependerán los recuerdos que conservéis para siempre. Si queréis imágenes divertidas, con un toque de naturalidad y que cuenten la historia de lo que fue vuestro gran día, no lo dudéis, contactad con Jordi Tudela.
Fotografía: Jordi Tudela | Lugar: Mas de Can Riera | Vestido novia: St. Patrick | Traje de novio: Trajes Señor | Dj: Festivat
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