En el desfile de Monique Lhuillier con los vestidos de novia de 2015, hubo un modelo que llamó poderosamente nuestra atención: un único traje en color añil, a medio camino del lavanda, con falda con enormes rosetones de flores y cuerpo capeado. El vestido, con color de fiesta y corte de novia, describe a la perfección la tendencia que hemos percibido en los últimos meses dentro de los círculos de la moda: que el azul es el color de la temporada.
En concreto el azul bebé, o baby blue, parece haberse colado en prácticamente todas las colecciones de pasarela de la primavera-verano, pasando de las Semanas de la Moda a la alfombra roja en tiempo exprés: el Prada en color azul que la actriz Lupita Nyong’o llevaba a los Oscar arrasaba en redes sociales, encumbrando al baby blue a lo más alto de las paletas de color del año.
Una tonalidad ganadora que dentro del universo nupcial puede y debe manifestase de muchas formas: desde tejidos ultradelicadaos, como la gasa plisada de aquel Prada con cuello halter -y que cuenta con réplicas más que decentes entre algunas firmas más asequibles, como Coast o J.Crew-, hasta joyas con espectaculares esmaltados en turquesa o zafiro, además de otros complementos nupciales, todos a tono para responder a ese something blue al que aspiran todas las novias.
Más ideas para poner una nota azul: los trajes de las damas de honor bien pueden sumarse a esta corriente, que admite variaciones desde el turquesa al añil, incorporando diferentes largos en las faldas o cortes en los escotes, así como texturas, en encaje o gasa de seda.
En este sentido, las firmas de maquillaje también tienen mucho que decir al respecto, recuperando la tendencia del blue make-up especialmente en lo concerniente a las sombras de ojos, grandes ganadoras a la hora de añadir un toque de luz azul al beauy look de la novia o sus invitadas. Las sombras no son las únicas en beneficiarse de esta tendencia: últimamente, el azul también ha hecho acto de presencia entre las nuevas gamas de barras de labios (perfectas para darle un toque futurista al maquillaje de fiesta), o en el universo del nail-art, con lacas de uñas de colores capaces de incorporar diversas variaciones de este color.
Otros complementos que admiten baby blue al margen de la popular liga serían los zapatos de novia, siempre más flexibles que otros accesorios nupciales, y la elección más popular de las novias a la hora de añadir una nota de color a su vestido, sin tener que modificar el traje en sí. Es fácil encontrarlos en satén de seda en azul, aunque las nuevas colecciones incorporan piezas más atrevidas, con incrustaciones de cristales o toques metalizados, además de alternancias con otras texturas en oro o plata.
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El lado más sexy de esta tendencia: la lencería, un secreto sólo reservado al novio, que desvela una cara desconocida del baby blue gracias a coulottes en satén de color joya, tanguitas con rebrodés de encaje o lacitos baby sobre banclo nuclear.
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