Siempre me ha atraído enormemente el concepto de ‘cápsula del tiempo’. Según la Wikipedia ,una cápsula del tiempo “es un recipiente hermético construido con el fin de guardar mensajes y objetos del presente para ser encontrados por generaciones futuras…” Por asociación de ideas, algo así se me vino a la cabeza al ver la bonita idea que llevaron a cabo Pilar y Javier en su boda.
Se trata sencillamente de un mural lleno de fotografías tipo Polaroid sujetas con pinzas de los invitados a la boda. No hizo falta que fueran fotos individuales, había fotos de grupo, fotos por parejas, etc. Justo al lado del mural, los novios colocaron un velador con un elegante maletín-caja de madera y unos rotuladores permanentes con los que cada cual podía y debía escribir en la parte trasera de las fotos, para depositarlas después en la caja.
La sorpresa es que se trataba de una sorpresa. Nadie sabía que se tendría que buscar entre las fotos colgadas sacadas de Facebook, de antiguas fiestas o de otras bodas… Nadie, y mucho menos el fotógrafo. Y es que Pilar y Javier tuvieron el detallazo de incluirme entre sus amigos y familiares.
Cuando me ví sólo sentí agradecimiento. Evidentemente escribí mi mensaje en mi fotografía y la dejé en la cápsula del tiempo particular de esta pareja. Dentro de unos años, ellos, sus hijos o los hijos de sus hijos abrirán esta caja y podrán trasladarse a un maravilloso día de abril de 2013. Y para que quede constancia, ¡tenía que escribirlo en Zankyou!
Autor invitado: Nano Gallego de Nano Gallego Fotografía
Fotógrafo de bodas
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