En un principio, los tarros de cristal pueden no decir demasiado. Sin embargo, son fantásticos para la decoración, sobre todo en los últimos años en los que se ha rescatado la esencia del pasado y los objetos de toda la vida. Porque, dentro de estas piezas de cristal, cualquier cosa puede introducirse con fines decorativos y subir el encanto de la boda al siguiente nivel.
Aquí, te enseñamos cómo decorar con tarros de cristal para tu boda.
1. Tener en cuenta el concepto DIY y el estilo rústico
2. Decorar el exterior de los tarros
3. Rellenar con materiales variados
4. Valorar las opciones de uso
5. No olvidar los usos posteriores
1. Tener en cuenta el concepto DIY y el estilo rústico
El DIY es una moda que jamás desaparecerá, ya sea por falta de presupuesto o por mero amor al arte. Porque el Do It Yourself es una herramienta perfecta para la decoración de cualquier espacio, no solo en el universo nupcial. Pero en el ámbito de las bodas, recurrir al arte de uno mismo o de las personas de nuestro entorno puede ser una forma de ahorrar dinero y añadir originalidad al conjunto decorativo de tu boda.
Al mismo tiempo, el DIY suele estar vinculado a bodas de un corte más rústico o boho. Aunque puede aplicarse a cualquier ámbito, es cierto que ese tipo de creatividad casa más con bodas que se desarrollan en un entorno natural y que usan elementos rurales como parte de la decoración. En este sentido, los tarros de cristal que utilizarás para tu boda serán una pieza que engrandezca ese toque romántico de la velada y que, además, puede utilizarse en celebraciones temáticas o de época. El equipo de profesionales de Desmark Art apunta que “el cristal es el material por excelencia para dar elegancia y sencillez a la vez que dan el toque perfecto de decoración”.
2. Decorar el exterior de los tarros
Aunque el interior de los tarros parece la zona más vistosa para decorar, la parte exterior sirve para complementar y, además, otorgar una personalidad al elemento. Desmark Art aconseja decorarlos con cintas, cuerda, puntillas, pintarlos con pintura especial de cristal, etc.
En primer lugar, los tejidos blancos son fantásticos para enriquecer los tarros de una manera romántica, haciendo referencia a la delicadeza y elegancia de la boda en cuestión. Ya sea con papel o trozos de tela bordados, el resultado es exquisito. Recuerda a las bodas de estilo victoriano y del campo británico, donde los colores claros y pastel inundaban las decoraciones.
La arpillera es uno de los tejidos que proporcionarán una filosofía más rústica a tus tarros de cristal. Si lo acompañas con elementos campestres, como las flores, el resultado puede ser mucho más interesante.
Seguimos con las cintas, en colores neutros o llamativos, que rodeen la superficie del tarro y combinen con el material del interior. Además, las cintas no tienen por qué ser independientes, sino que pueden mezclarse con otros elementos decorativos como papeles o telas.
Las cuerdas pueden ser una excelente opción si se utilizan con buen gusto. Puedes rodear el tarro casi entero con este complemento o darle una forma para que evoque lo que más desees. Con tarros de diferentes tamaños y otros que utilicen otros materiales se genera una sensación más llamativa y elegante.
3. Rellenar con materiales variados
Aunque existe libertad total a la hora de decorar estos tarros de cristal, ya que en ellos cabe de todo, te recomendamos algunos que pueden enaltecer tu celebración con un punto decorativo único.
Las flores son los elementos más recurrentes y las estrellas en las bodas a la hora de decorar. Introducidas en los tarros y acompañados de cintas o tejidos pueden quedar realmente bien.
También se pueden introducir ramitas, frutos, piñas u hojas secas que aporten ese toque campestre y combinado con arpillera o cuerdas que recuerden el concepto rural.
La utilización de alimentos también puede ayudar en el aspecto decorativo. Mesas con sorbetes o zumos en tarros de cristal, galletas o chucherías para el momento de la fiesta e, incluso, platos del banquete que recurran a este método. El colorido que aportarán será increíble.
4. Valorar las opciones de uso
La principal función de este complemento decorativo es la de ejercer de centro de mesa. Con los materiales adecuados y acompañado de otros elementos como flores o troncos, esta solución para los tarros de cristal es todo un acierto. “Se pueden encontrar de muchos tamaños dependiendo de la cantidad de alimento que en él se conserve, por lo que se puede jugar con diferentes alturas“, cuentan los wedding planner de Desmark Arte.
Los tarros de cristal grandes pueden decorar todo tipo de mesas, pero no siempre actuar como centros propiamente dichos. También pueden decorar cualquier superficie, desde mesas hasta estanterías y suelos. Y, si son pequeños, atarlos a cortinas, columnas o sillas.
Estos tarros pueden llegar hasta los invitados en forma de regalo y cumplir esa función de una manera económica y original. Dentro, puedes utilizar desde flores hasta mermeladas caseras, aceites o cremas, por lo que puede ejercer una función tanto decorativa como culinaria.
Finalmente, el uso de los tarros de cristal, como adelantábamos anteriormente, puede extenderse al apartado culinario y al mismo tiempo decorar. En los últimos años, multitud de establecimientos utilizan tarros y todo tipo de recipientes para servir comida o bebida, sobre todo los que intentan establecer una ambientación más vintage. Así, pueden servir para albergar cócteles, zumos, limonada o sorbetes y hasta sopas frías.
5. No olvidar los usos posteriores
Una de las ventajas de este tipo de decoración es que, al ser DIY y tener múltiples funciones, pueden volver contigo a casa después de la boda. A diferencia de lo ofrecido por muchas casas de decoración y wedding planner, que deben recoger todo para su posterior boda, todo lo que es de creación propia puede formar parte de tu vida como recuerdo del gran día.
Y como lo más importante es aprovechar todo lo posible, estos tarros de cristal son perfectos para utilizar en decoraciones futuras, algunas de ellas permanentes. Los productos DIY pueden valer por sí solos para acondicionar cualquier espacio que no sea nupcial, y también pueden sufrir adaptaciones para decorar tu casa.
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