Cuando algo nos ilusiona y supone una novedad en nuestra vida, lo primero que queremos hacer es compartirlo con las personas que forman parte de ella. Ocurre siempre así y el momento preboda no iba a ser menos. Está claro que el hecho de casarte no tiene que ser un secreto pero tampoco debería convertirse en el monotema que ocupe tu vida y la de los que te rodean.
Una vez que empieza la cuenta atrás hasta el “sí, quiero”, serán muchísimas las cosas que aprenderás, que concretarás y decidirás (y hasta aquí todo normal), pero como si de una película o libro se tratase, si te destripan cada detalle o te desvelan ciertas partes… ¡el conjunto pierde sentido! ¡Guárdate un As en la manga antes del gran día para sorprender a tus amigos!
1. Hasta en la sopa
Si el tema boda/preparativos se convierte en el “main topic” del momento, no sólo acabarás cansando a tus allegados sino que tú serás la primera afectada. A nadie le gusta hablar siempre de lo mismo y, por muy ilusionada que estés, no tienes por qué ir comentando cada paso que des ni cada cita que tengas con los muchos proveedores, diseñadores, fincas… Restarás suspense y podrás llegar a cansar a tu familia y amigos que huirán -literalmente- de tus monólogos. ¿A que no quieres llegar a ese punto?
2. Twitteando que es gerundio
Todos tenemos al típico amigo/conocido que cuando se embarca en un proyecto se dedica a colgar, compartir, invitar a eventos… haciendo a todo el mundo partícipe de algo que quizás ni siquiera vaya con ellos. Es lógico que, gracias a Internet, estés más documentada sobre las últimas tendencias en trajes de novia, navegues por cientos de páginas gourmet especialistas en banquetes de boda… Pero a los demás -por muy amigos que seáis en Facebook o por más corazones que os pongáis por Instagram- no les gusta que saturen sus redes monopolizando así los contenidos de las mismas. No incites a muchos a clicar “Ocultar publicación” o “Dejar de seguir a…” debido a que te has obsesionado con ¡compartir todo lo compartible! Quizá te interese descubrir las 20 cosas que debes y no debes hacer en tu boda en la era digital.
3. #TakeItEasy
¿Estás cansada con tanto preparativo? ¿Preocupada de que algo se caiga en el último momento? ¿Indecisa con el destino de tu viaje de novios? ES LO MÁS NORMAL DEL MUNDO. Compartir lo que sientes ayuda a descargar esa parte de frustración o emoción que nos acompaña y es más que lícito rodearnos de personas que sepan escucharnos y ayudarnos. Rodéate de tu gente, la que siempre ha estado contigo y podrás vencer esos límites que, a veces, parecen insalvables. Además, conoce las 20 cosas que todas las novias olvidan en la organización de la boda y evita que a ti te ocurra.
4. Evita comparar-te
“Es que fulanita cuando se casó no estaba nerviosa; Es que a ella le organizó todo su madre; Es que se conformó con lo primero que vio…”. No generes mal karma comparando cómo preparas tú las cosas y cómo lo hiceron otras antes que tú. Cada mujer organiza su boda como quiere o como puede, así que concéntrate en lo que a ti te gusta sin pensar en el “qué dirán”. Si tienes curiosidad por algo en particular, pregunta directamente a alguna amiga de confianza que pueda echarte una mano: los demás no son tus enemigos. Recuerda que la experiencia es un grado y descubre cómo repartir las tareas en la organización de la boda.
5. Sé paciente
O, al meno, ¡inténtalo! Esto es un regla universal: más información revelas, más posibilidades de que llegue a oídos de tu novio. ¿Te gustaría que él supiera algún detalle especial de tu vestido? ¿Estás preparando un discurso que quitará el hipo a los presentes? Pues mantén tu boquita bien cerrada porque lo verdaderamente genuino es que nadie se lo espere. Al principio te costará ocultarlo pero después ¡te alegrarás de haberlo hecho!
Casarse no es ninguna obligación, no existen reglas ni dogmas a la hora de preparar los pormenores de la boda, todas las opciones -si te salen del corazón- son correctas. Desde Zankyou, te invitamos a que seas tú la que más disfrute de cada paso que des. Tómatelo con filosofía y conserva un poco de misterio para que los que te van a oir decir: “sí, quiero”, ¡quieran asistir a muchas más bodas como la tuya!
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