Los turrones, los dulces, las reuniones familiares… Todo en las fechas navideñas invita a una fiesta, por eso estos días pueden ser un buen momento para convertir alguna de esas citas familiares en un acontecimiento mucho más especial: tu fiesta de pedida de mano.
Aunque cada vez hay menos novias que siguen la tradición de la pedida de mano, aún son muchas las que quieren celebrar por todo lo alto su próxima boda con toda la familia y hacerlo, por así decirlo, de un modo oficial. Y dado que ello implica reunir también a los familiares del novio, ¿qué mejor que aprovechar estas fiestas y ahorraros el tener que dividiros en cada casa para celebrarlo con vuestras familias?
Convertir la cena de Nochevieja en tu fiesta de pedida de mano puede ser una gran idea para comenzar bien el año. Dado que esta fiesta es más festiva y tiene menos connotaciones familiares que la Navidad, puedes aprovecharla para que vuestros padres cenen juntos esa noche y anunciar la gran noticia. ¡Seguro que a ti se te escapa incluso alguna lágrima y para ellos es una buena forma de acabar el año!
Después de la cena y antes de las uvas, tu futuro marido y tú podéis intercambiaros los regalos de pedida. Así, tú podrás comenzar el año con tu anillo de compromiso ya en el dedo. Y una vez que suenen las campanadas, podréis daros vuestro primer beso del año ya como prometidos y vuestros padres podrán empezar a imaginar cómo será vuestra boda.
Si eres de las que está deseando ir a un cotillón, ¡qué mejor forma de celebrar ese momento con vuestros amigos! Después de la cena familiar y de descorchar el champán y el cava con vuestros familiares, salid a celebrar el nuevo año y la nueva etapa que os espera con vuestros amigos. ¡Seguro que será una Nochevieja que nunca olvidaréis!
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