Elegir el fotógrafo con el que contaréis en vuestra boda no es una tarea fácil. Tenéis que considerar aspectos como la experiencia, la formación o el estilo de fotografía que realiza. Con respecto a este último, os proponemos que apostéis por un reportaje de bodas documental porque será aquel que refleje a la perfección cómo sucedió el día de la boda. ¡A continuación os contamos las ventajas de las que gozaréis contratando a un profesional que trabaje este tipo de fotografía!
Vuestra historia
Las fotos no son solo son bonitas porque muestren un buen encuadre o el color perfecto, sino por lo que transmiten. El estilo documental de David Arbús os garantiza que las imágenes contarán una historia, narrarán una a una cómo fue vuestro día y el conjunto de todas ellas será un recuerdo muy especial de cómo sucedió el ‘día B’.
¿Cómo consigue esto el profesional? Teniendo un papel pasivo, cuenta: “Mi papel es pasivo, en el sentido de que no me interesa crear o cambiar la realidad para hacer la foto. Y es que, si miras bien, ya ocurren suficientes cosas emocionantes a cada milésima de segundo. Mejor dejar que todo fluya con naturalidad, ¿no?”.
Documentar una boda está lejos de quedarse con imágenes planas. Todo lo contrario es lo que busca este experto: fotos con profundidad donde ocurran muchas cosas. “Es más, a veces lo más importante no es lo que está en primer plano”, asegura.
Un toque artístico
Los novios tendréis grandes recuerdos del día de la boda, pero con el paso del tiempo, estos se van difuminando en la memoria y lo que quedan son las fotografías. Por eso, estas cumplen un papel tan importante. Además de tener en vuestras manos un álbum plagado de instantáneas que reflejen lo que sois y desprendan vuestra esencia, es esencial que no se descuide el toque artístico.
Esto es algo que David Arbús tiene muy presente. “Mi mirada creativa siempre está ahí. Es una cierta manera de jugar con los encuadres, las luces, los puntos de vista…”, explica. Al final, se trata de crear una serie de fotografías que guarden una coherencia, que incluyan emocionalmente al que las mira, pero que también resulten estéticas.
Naturalidad
El estilo de fotografía documental garantiza unas fotos basadas en la naturalidad. Y esto hace que el fotógrafo tenga que actuar como si de un invitado más se tratase, sin intervenir en la acción y sin provocar actitudes forzadas en las parejas. Esto es esencial. “Lo primero y más importante es que los novios disfruten de su boda sin pensar en que tienen ahí una cámara apuntando. Cuando miren sus fotos se reconocerán enseguida, viviendo y disfrutando su día con las personas que les importan, como si estuvieran solos”, dice David Arbús.
Además, la naturalidad debe ir unida a todas las bodas. Los novios no tienen por qué saber posar ante una cámara, no son modelos. En este sentido, este fotógrafo de Zaragoza os dará un espacio de seguridad para que podáis comportaros con naturalidad y pasarlo bien, porque si os hiciera posar u os ‘persiguiera’ constantemente, ya no seríais vosotros mismos.
Reflejar la realidad de lo que sucede es su objetivo. “Las vivencias y emociones de una boda están en su máximo esplendor: tristeza, felicidad, llantos, risas… todo se magnifica. Por eso, prefiero que los novios no se enteren de que estoy y darles fotografías que transmitan sus verdaderos sentimientos. Siempre trato de ponérselo todo lo más fácil posible”, añade el experto.
Momentos únicos y espontáneos
El fotógrafo que apuesta por un reportaje documental, como David Arbús, debe saber anticiparse a las situaciones para no perderlas con su objetivo. Los momentos únicos y espontáneos son aquellos de los que hay que estar pendientes porque, como bien comenta David, “esos son los momentos que nos describen a las personas”.
Ese instante fugaz donde dos miradas se cruzan o esa sonrisa nerviosa antes de ponerse el vestido de novia, no son momentos que se encuentren a propósito. Hay que estar ahí, atento para inmortalizarlo. El profesional tiene que estar en muchos sitios a la vez, es decir, alerta a lo que sucede tanto delante de la cámara como detrás.
David considera que la sesión de preboda y la interacción previa con la pareja le facilitan el trabajo el día de la boda, ya que en esos ‘ratitos’ puede conocerlos más, saber cómo se comportan, estudiar su carácter y sus reacciones. Así, sabe sacar en el ‘día B’ lo mejor de cada pareja.
No obstante, los imprevistos pueden ocurrir, pero un fotógrafo profesional tiene que saber hacer fotos en casi cualquier situación.
Hay una frase de Steve McCurry que David Arbús remarca: “Si sabes esperar la gente se olvidará de tu cámara y entonces su alma saldrá a la luz”. Es decir, no hay que cambiar la realidad, sino solo saber capturarla y hacerlo con belleza. “Cuando llego a un sitio no me pongo a mover a la gente. Solo intento sacar el máximo de lo que voy encontrando e improviso”, expresa.
Con el reportaje documental y artístico de David Arbús, no solo disfrutaréis de los recuerdos que conservaréis en el álbum para siempre, sino también del día de la boda en sí y de los momentos previos, en los que gozaréis de la seguridad de que todo saldrá bien. Porque David Arbús no será “el fotógrafo”, sino alguien más cercano que estará para ayudaros.
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