Es habitual que las celebridades escojan como pareja a personajes de su misma condición. Las fiestas, los cócteles, las entregas de premios, las galas y los rodajes/giras unen mucho a las personas, como pasó con Brad Pitt y Angelina Jolie o con Eva Mendes y Ryan Gosling. ¡El glamour y la buena imagen que proyectan este tipo de parejas también tienen mucho que ver!
Sin embargo, hay ocasiones en que los famosos no eligen a grandes estrellas para compartir su vida; de hecho, algunos de ellos ni siquiera se acerca a la disciplina de su pareja famosa. Estas son las parejas que mejor representan mejor esa dinámica. El amor, a veces, llega así:
El príncipe Guillermo y Kate Middleton
Kate Middleton, hoy Catalina, duquesa de Cambridge, conoció al príncipe Guillermo, duque de Cambridge, cuando ambos estudiaban en la Universidad Saint Andrews, en Escocia. Ella era estudiante de Historia del Arte y solo le unía con la nobleza el parentesco de su padre con los Lupton de Beechwood Estate. Aunque sus padres eran dueños de la popular compañía Party Pieces y poseían un alto nivel adquisitivo, no existía ningún tipo de conexión con la realeza de ningún país.
La relación con el príncipe Guillermo fue irregular en sus inicios, pero finalmente fructificó en un matrimonio que busca llevar una vida alejada de los protocolos de la realeza. Un ejemplo es la educación que pretenden para sus dos hijos, similar a la de cualquier ciudadano de a pie.
Julia Roberts y Daniel Moder
La novia de América encontró el amor definitivo en 2002, cuando se casó con este director de fotografía que conoció en la película El Mexicano. Sí, el amor surgió dentro del mundo del cine, pero él no es conocido fuera de la industria, como si lo era Benjamin Bratt, su anterior pareja. Tienen tres hijos y un secreto para que todo salga bien: “Besar a tu pareja es lo mejor para mantener una relación sana”, dijo Julia en el programa Extra.
Adele y Simon Konecki
El mundo de la música tampoco se libra de este tipo de relaciones, y, además, incluye a una de las grandes cantantes del momento. Adele lo ha pasado realmente mal en materia amorosa, y este desconsuelo le permitió sacar a la luz los dos álbumes con los que ha tocado el cielo. Sí, su creatividad puede depender de ello, como ha confesado en alguna ocasión. Una vez superado, el empresario Simon Konecki fue el escogido para compartir su vida, tener su primer hijo y casarse íntimamente en 2017. La fama, ¿para qué?
Anne Hathaway y Adam Shulman
La actriz de Princesa por sorpresa (este fue solo el principio) se ha ligado a muchos famosos en la gran pantalla, pero la realidad, o, mejor dicho, la realidad definitiva, ha resultado ser muy diferente. El afortunado ha sido Adam Shulman, un diseñador de joyas que cumplió el sueño de conocer a Anne cuando intentaba convertirse en actor. Él triunfa en su trabajo, muy alejado de las cámaras, y ella considera que el mundo ha cambiado con la intrusión de este hombre en su vida, con el que se casó en 2012 y comparte un hijo.
Matt Damon y Luciana Barroso
En su día, Matt fue uno de los actores más deseados. Sin embargo, y tras confesar que veía difícil sentar la cabeza, conoció a Luciana Barroso, una argentina que trabajaba como camarera en el bar que había frente al set del rodaje de Pegado a ti. “Entré en un bar y me escondí detrás de la barra porque un grupo de fans me estaba acosando. Luciana me miró y me dijo ‘¿Qué haces aquí?’. Cuando la vi por primera vez, me pasó algo indescriptible”, dijo. ¡Esto sí que es un amor de peli! Una boda, tres hijos y una cita por semana cuando están juntos: así es como su relación sigue tan viva como el primer día.
George Clooney y Amal Alamuddin
El eterno soltero de Hollywood se casó en 2014 ante la sorpresa del mundo entero. Sí, George Clooney sentaba la cabeza a sus 53 años, pero no lo hacía ni con la típica modelo ni con la Jessica Alba de turno. Vale, la libanesa Amal Alamuddin es 17 años más joven que el actor, pero es evidente que Clooney no cayó en el tópico que va asociado a esta diferencia de edad. La joven es una brillante abogada especializada en Derecho Internacional, con el caso de Julian Assange y WikiLeaks como trabajo más importante, y habla perfectamente árabe, inglés y francés. Hasta ahora, y a pesar de su brillante trayectoria, ella no había tenido ninguna incidencia relevante en los medios de comunicación.
Ethan Hawke, Reese Witherspoon y Eddie Redmayne son otras celebridades que han seguido esta línea, pero hay muchos más que, por suerte, no se han dejado llevar únicamente por la fama. ¡El amor no sigue normas ni entiende de clases!
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