Después de comprobar el grado de “adorabilidad” de Barack y Michelle Obama, hoy, desde Zankyou, con Donald y Melania Trump como inquilinos de la Casa Blanca, hacemos un análisis similar tras un estudio concienzudo de su papel como pareja. Pensamientos políticos a un lado, el nuevo Presidente y primera dama no destilan la misma gracia que sus predecesores, y por ello queremos colocarles como ejemplo de lo que NO hay que hacer. ¿Por qué? Bueno, las redes sociales se han puesto a trabajar y nos han dado a entender muchas cosas.
Seducción
Aunque en los matrimonios ya se asume la atracción y enamoramiento entre sus responsables, nunca está de más seguir trabajando y avivar la llama con un poquito de material seductor de primera, como el que destila el nuevo Presidente. No creemos que Melania se resista a este tipo de dobles guiños a lo James Bond.
No finjáis
De cara a la galería, cuando Melania también es protagonista y aparece en primer plano, ella y Donald parecen dos recién casados, como un matrimonio de los años 50 que baila al son de Frank Sinatra. Así ocurrió en el acto de apertura de la legislatura. Todo parecía emoción y complicidad entre la pareja.
What a great presidential couple #melaniatrump #donaldtrump #melania #donald #presidenttrump #mypresident #firstlady #dance #inauguration pic.twitter.com/qmzuYLJbgZ
— Nick C (@NickthePolitic) January 21, 2017
Compartid protagonismo
Pero la realidad parece distinta, al menos cuando los focos solo iluminan al bueno de Donald. Melania, siempre perfecta por su belleza y elegantes galas, queda en segundo plano en esos momentos. Y no le sienta bien (apareces en cámara aunque no te des cuenta, Mel). Una imagen que recuerda a un patio de colegio, cuando te eligen el último para jugar al fútbol.
How much do #Donald and #Melania #Trump #hate each other? @realDonaldTrump https://t.co/OMxEVydFhv pic.twitter.com/MgGM2lKLJ0
— Oden (@Gjallarhornet) January 24, 2017
No te conformes
Si puedes pasar de la alegría a la tristeza en cuestión de milésimas de segundo, incluso llegando a poner los pucheros de un niño al que le han robado la nariz, quizá deberías comprobar si tu relación va por buen camino. Nos da la sensación de que estás fingiendo felicidad. Llámanos locos.
— Marv (@Marv_Vien) January 23, 2017
La importancia de la química
¿Química? Para Donald y Melania Trump, esta palabra es solo una asignatura de instituto, pues las fotografías de su advenimiento como líderes mundiales demuestran que entre ellos hay, más bien, un grave caso de congelación. A la vista de los acontecimientos, su relación merece una buena reparación para reactivar el suministro.
Barack y Michelle, por su parte, quizá por la sensación de haberse quitado el mayor peso posible (ya sabes, la mayor responsabilidad de la Tierra), lucieron al lado de los Trump como una pareja de adolescentes, con los juegos y la complicidad que dicta el amor verdadero. No hay color.
Apoyo permanente
Ella, que ha demostrado fidelidad y compromiso, parece que sí se ha enterado de cómo suelen funcionar los matrimonios. Trabajo codo con codo y apoyo constante. Bien, Melania, así, sí.
I am deeply honored to serve this wonderful country as First Lady! pic.twitter.com/tRTRVkDG6z
— Melania Trump (@FLOTUS) January 21, 2017
Sin embargo, la reciprocidad no es el menú que suele degustarse en Casa Trump. Melania está triste. Sola, abandonada a su suerte en los actos públicos, al menos encontró el apoyo de los Obama, dos titanes de las comparecencias en público y, sobre todo, dos personas acogedoras y cálidas que saben tender la mano a sus rivales. Mientras Donald ya estaba a varios kilómetros del lugar, con su mujer abandonada en la primera gasolinera, los Obama actuaron diplomáticamente con la señora de Trump a la vista de su soledad.
Un pin para el expresidente y esposa por su cercanía, que no serán invitados a cenar a su anterior morada.
This pic got me. Poor #Melania Thanks to the #Obamas for this care and concern. #Inauguration #Sad #Respect #FreeMelania pic.twitter.com/J03A6Q13cH
— Stephanie Walters (@stephwaltersla) January 23, 2017
Abajo el sexismo
Por alguna extraña razón, el comienzo de la investidura ha sido como un baño de realidad para Melania, que ha asumido el papel de “mujer-florero” bonito al lado de su marido. Parece que la Marcha de las Mujeres pronto incluirá a una nueva integrante en sus filas.
A veces, de repente te das cuenta de que tu mujer es una persona: “¡Ah, sí, esta es… Margarita, digo Melania…”
Aviso a navegantes: por muy famoso o famosa que seas, sería ideal tratar a tu pareja como si fuera una persona y no un ectoplasma.
Definitivamente #Melania es el adorno de este señor! No le da ni para aparentar ser caballero pic.twitter.com/oEFk9EIX0M
— Diana Franco (@DianaFranco713) January 20, 2017
El dinero no da la felicidad
Melania Trump lo tiene todo, también un desayuno con diamantes, más real que el de Truman Capote y Audrey Hepburn.
Me he encontrado esta foto de Melania Trump y es desde ya mi foto favorita de una primera dama comiendo joyas. pic.twitter.com/dE5Ir7HrEw
— Lucía Taboada (@TaboadaLucia) November 10, 2016
Ahora, después de una dura campaña, también ostenta el trono del mundo, aunque solo asuma el papel de escudera. Pero después de conquistar al millonario magnate y convertirse en una de las mujeres más reconocidas del mundo, Melania no parece del todo feliz. Con un poco de humildad y verdadera magia, la felicidad es posible. Como sabemos en Zankyou, el amor no está hecho de billetes con la cara de Benjamin Franklin.
Si buscas la felicidad en pareja, ya sabes lo que NO tienes que hacer. Tu pareja ha de ser importante para ti, valorarla y tener cierta conexión con ella. En caso contrario, ¡huye! Descubre las 5 características que te aseguran un matrimonio feliz y cómo conseguir una relación de pareja feliz y sana.
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