Ella, con el corazón dividido entre Londres e India, y él, de Mataró (Barcelona), se conocieron hace algo más de cinco años en la Ciudad Condal. Simi decidió instalarse en España para “probar la vida mediterránea”. “Había decidido mudarme a España un fin de semana muy frío en diciembre, un amigo y yo planeamos viajar a Barcelona, donde conocí a Alberto. Aunque nos costó entendernos por la diferencia de idioma, puedo decir que fue un amor a primera vista”, asegura la novia. Al instante se enamoró de su cultura, su familia y su corazón.
Tras cinco años de amor, supieron que había llegado el momento de casarse. “No hubo propuesta formal, no necesitábamos una propuesta elegante ni un anillo extravagante, pero sí queríamos una gran boda. Queríamos unir nuestras dos culturas y hacer algo que nadie en mi familia había hecho antes: una destination wedding“, explica Simi.
Primera boda
Finalmente se decidieron por hacer una gran boda india en Londres y una celebración española en Barcelona. “Como soy de Londres y Alberto de Barcelona, queríamos compartir lo mejor de nuestros dos mundos. Decidimos celebrar la boda legal y religiosa en mi ciudad natal de Londres, en el Sri Guru Singh Sabha Gurdwara, y la recepción de bodas cerca de la ciudad natal de Alberto, en Sant Vicenç de Montalt, en Masía Can Marial”, detalla.
Segunda boda
La celebración en Can Marial fue muy romántica. Los jardines, los pavos reales, la masía y la comida eran sencillamente espectaculares. Los novios recuerdan la masía como “impresionante”: “Nuestra primera visita a Can Marial fue increíble. Nada más llegar y mostrarnos las instalaciones, empezamos a imaginar nuestra boda. Yo misma preparé la decoración, a base de limones y cartelería de inspiración de Dolce & Gabanna.
Los novios
La novia escogió para su segunda celebración un vestido de Rosa Clará del que se enamoró nada más verlo. Era un modelo de lentejuelas, ajustado al cuerpo, con escote en V y tirantes. “Era el vestido de novia más hermoso que jamás había visto, elegante y con clase”, apunta la novia.
Acompañó su look de unos zapatos de Dolce & Gabanna, un peinado recogido bajo, en donde se sujetaba el velo, y un maquillaje natural que resaltaba su intensa mirada. Allí, mientras se preparaba, le acompañó el equipo de fotógrafos que escogieron para retratar la celebración: Piña Colada. Querían recordar cada momento, desde el comienzo de la jornada y llenar su álbum de fotos de imágenes como estas: sencillas y naturales, pero con la gracia que caracteriza a las instantáneas de estos profesionales.
La ceremonia
La ceremonia fue preciosa. Alberto llegó a la masía en un Alfa Romeo Spider para esperar a la novia en el altar. La ceremonia se desarrolló tanto en inglés como en español, en medio del bosque, un espacio mágico de la masía.
Una vez convertidos en marido y mujer, disfrutaron de una sesión de fotos en los jardines de la masía que recuerdan como “épica”: David y su equipo son profesionales destacados. No tienen rival en su campo y merecen todos los premios que la fotografía pueda ofrecer. Conocimos a algunos fotógrafos antes de Piña Colada, pero ninguno se comparaba con ellos. Su profesionalidad, la flexibilidad y el amor por todo lo que hacen es admirable. Para nosotros, David es el mejor fotógrafo de bodas de Europa. La nuestra no era una boda normal, ya que nos casábamos en Londres (boda india) y en Barcelona (boda española). A David le encantó la idea de documentar las dos bodas y compartió nuestra visión desde el principio. En las dos celebraciones se comportó de lo más natural, siempre estaba en el lugar correcto en el momento apropiado. Era como ver a un artista en su propio mundo, y la calidad y la excelencia de su fotografía es un verdadero reflejo de ello. En las dos celebraciones nos acompañaron desde el primer momento. ¡Trabajaron con gran facilidad e hicieron que nuestras bodas parecieran una película de Hollywood“, relatan los novios.
El banquete
Tras el “sí, quiero”, comenzó el cóctel, amenizado por Javier Ross, el guitarrista favorito de la pareja: “Alberto y yo amamos la guitarra española, así que, tuvimos a nuestro guitarrista catalán favorito tocando nuestras canciones favoritas durante los aperitivos”. Los invitados disfrutaron escuchando las interpretaciones de clásicos españoles.
Llegado el momento del banquete, degustaron creaciones gastronómicas exquisitas preparadas por la cocina de Can Marial, como ensalada de gambas, solomillo de ternera o sorbete de mango con salsa de fresa. ¡También optaron por una recena para recuperar fuerzas tras el baile! Los invitados felicitaron a los novios por tan excelentes propuestas.
Baile de los novios
El baile “fue simplemente mágico“, detallan. Quisieron aprovechar cada zona de la finca para sorprender a sus invitados, por lo que bailaron su primera canción como matrimonio al aire libre. Tras ello, la discoteca comenzó a iluminarse y la música a sonar, y la fiesta se prolongó hasta bien entrada la madrugada.
Los novios ya disfrutan del mejor reportaje de boda gracias a sus fotógrafos. Lo mejor del equipo de Piña Colada es que se sumergen en las bodas.No fotografían el evento, sino que lo documentan, cuentan una historia a través de sus ojos. Y no hay mejor sensación que saber que podrás guardar estos recuerdos para siempre. Si vosotros también os vais a casar y estáis buscando un fotógrafo de boda, no dudéis en contar con ellos.
Fotos y vídeo: Piña Colada | Lugar de la celebración: Can Marial | Vestido de novia: Rosa Clará | Zapatos: Dolce & Gabanna | Flores: Sibilla Floristería | Maquillaje y peinado: Juhi Makeup y Anna Dykalenko | Invitaciones: Dolce & Gabanna | Guitarrista: Javier Ross | Hotel despedida: Balneario Hotel Colón Thalasso Termal
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