Natalie es estadounidense y Jessid es de Venezuela, pero se conocieron en Madrid en el verano de 2015. Ambos vinieron a España a trabajar esos meses de verano, como socorrista y como au pair. Y el destino hizo el resto…
Después de tres años, y mientras disfrutaban de una tarde de picnic en la Casa de Campo, Jessid tocó una canción con la guitarra, sacó el anillo de su bolsillo y realizó la pregunta, a la que, por supuesto, y Natalie ¡dijo que sí!
Los novios
La boda se celebró el 23 de noviembre de 2018 en Madrid. Los novios disfrutaron al máximo de todo el proceso de organización, pero en especial, de la elección de sus atuendos. Natalie apostó por un vestido de Pronovias, con detalles de Anna’s Bridal. Fue un diseño de corte sirena, con encaje, de estilo romántico, mangas caídas y escote corazón.
Combinó el modelo con unas sandalias en color rosa palo, de Steve Madden, la alianza, de Joyas Hada, unos pendientes que eran de su abuela, y un collar hecho a mano por una amiga cercana.
En cuanto a su rostro y peinado, lució un maquillaje natural con ojos ahumados, labios en color nude y un semirrecogido de lado con trenzas y ondas, donde se sujetaba el velo.
Para darle color a su look escogió un ramo de novia muy natural y desestructurado, formado por rosas de jardín blancas y rosas, con una cinta fluida gris en la empuñadura, obra de Yolanda Burgos Arte Floral.
El novio, por su parte, apostó por un traje de Suits Inc en color negro, que combinó con una pajarita rosa y unos zapatos negros de Pikolinos. ¡Ambos lucían radiantes pero llenos de nervios de camino a la ceremonia!
La ceremonia
La celebración tuvo lugar en Finca Valquijancho de Araceli, un lugar ideal para la realización de bodas civiles al aire libre, que Velas Studio no dudó en plasmar en instantáneas llenas de magia, color y alegría. “Capturaron el día perfectamente, tanto mientras nos arreglábamos como en la ceremonia y en la fiesta. Superaron nuestras expectativas. Los fotógrafos nos dieron recuerdos que podemos tener para siempre. ¡Son increíbles!“, asegura la pareja.
El banquete
La Finca Valquijancho de Araceli ofrece un conjunto de espacios que, por sí solos, son espectaculares, y a los que, si se les añade un toque de color, se convierten en escenarios impresionantes y dignos de una gran fiesta. Ese color lo puso el Taller de Araceli, que se encargó de decorar con flores cada rincón de manera que toda la celebración, de principio a fin, siguiera una misma línea.
Los novios quisieron agradecer a los invitados su presencia con un detalle: bolsitas de café y té con el sello de la boda.
Baile de los novios
¡Qué importante es la música cuando se habla de sentimientos! Llegado el momento del baile, los novios no tuvieron dudas y escogieron un mix de dos canciones que, sobre todo, les hacían emocionarse. Comenzaron con una coreografía lenta de Latch, de Sam Smith, que cambió rápidamente a una salsa al son de Mi niña bonita, de Chino y Nacho. ¡Una sorpresa de lo más original tras la que todos se unieron a la que sería una gran fiesta!
Los novios recuerdan su boda con la siguiente frase: “Un día inmejorable lleno de amor, con una mezcla perfecta de nuestras culturas (Venezuela y EEUU)”. Desde Zankyou queremos darles las gracias por compartir la historia de su gran día con nosotros y por dejarnos descubrir las maravillosas fotografías que Velas Studio capturó para ellos, ¡un recuerdo inigualable!
Foto y vídeo: Velas Studio | Lugar de celebración: Finca Valquijancho de Araceli | Vestido de novia: Pronovias y Anna’s Bridal | Floristería: Yolanda Burgos Arte Floral y Taller de Araceli | Alianzas: Joyas Hada | Catering: Grupo Araceli
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