Aunque no seas la protagonista de una boda, si vas como invitada siempre es mejor buscar la originalidad. Así es como aterriza el efecto tatuaje, una tendencia que se repite cada vez más, sobre todo en vestidos de novia, aunque también en muchos otros de fiesta. Este estilismo consiste en asemejar el tejido y las formas a las de un tatuaje utilizando casi siempre las lentejuelas. El vestido recorre la piel, generalmente la espalda, y le da un aspecto único. Desde Pronovias tienen una brillante colección y aquí te la mostramos.
El negro es el mejor color para potenciar el efecto tatuaje, pues casi todos estos motivos decorativos suelen ser monocromos. De hecho, contrasta mucho más con algunos tonos de piel y su elegancia le permite ser un gran aliado para destacar en tu próxima boda. En este modelo, el tejido repta irregularmente por toda la parte superior, desde la cadera hasta los hombros, pasando por los brazos y dejando lisos la zona del vientre y la falda.
Visitando el lado opuesto, el efecto tatuaje también llega con el blanco y una transparencia que motiva el efecto tatuaje. En este caso, las lentejuelas pálidas combinan con tonos verdes azulados, que rellenan motivos florales y dotan al conjunto de una fresca esencia vegetal.
Captando el poder del negro, la siguiente pieza imprime su efecto tatuaje solo en el brazo derecho, donde diferentes líneas se contorsionan e implantan sensualidad en la extremidad. Las formas se dibujan sobre una superficie color carne que provoca la sensación de desnudez, sin renunciar por un momento a la elegancia.
Con la falda en negro, este vestido muestra su explosión en la zona superior, donde un pequeño jardín de flores crece estampado sobre una delicada transparencia. En la parte alta, las figuras se elevan solas para remarcar el efecto tatuaje, y continúan por la espalda con piezas aisladas.
Jugando con el efecto tatuaje, las transparencias y el encaje, esta obra en azul reserva el concepto que tratamos en este post a los brazos y la espalda. Mezcla el efecto con motivos florales tejidos con extrema delicadeza, haciendo de la sensación del tatuaje una delicia sutil, sin demasiada presencia. Es fino y bello, simplemente.
Una de esos vestidos que mejor mezcla sofisticación y sensualidad es este diseño, que reduce el efecto tatuaje a la espalda. Allí, los motivos decorativos se colocan en una perfecta simetría con referencias a la naturaleza, pero enfundados en un serio y elegante negro que combina con los brillos de su plétora de lentejuelas.
Como boche de oro, aunque también negro, este vestido hace del efecto tatuaje una virtud sensual. Los detalles naturales se acumulan en parte delantera y trasera, pero es en el frontal donde trepan en busca de oxígeno. Así se genera la sensación que Pronovias busca en su afán de moldear formas y añadir chispa a la composición.
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