Hoy en día todo cambia constantemente y en las boda no iba a ser menos. Cada vez son más los novios, junto con los fotógrafos, que se atreven a elegir lugares diferentes para una sesión de fotos. En base a estos giros en la moda, de un tiempo a esta parte se ha impuesto el estilo industrial en estos reportajes, pero ¿cómo podría definirse?
Según los expertos, el estilo industrial, también llamado estilo urbano, y tal y como su nombre lo define tiene su origen en la arquitectura típica de la industria. Se trata de un gusto decorativo basado en una arquitectura sin pretensiones y con un atractivo visual que tiene que ver con la desnudez de su estructura y sus materiales. Por ello, esta sesión que hoy os presentamos está hecha en una antigua fábrica abandonada, la cual fue organizada y decorada por las profesionales de Con un Poco de Azúcar.
Los encargados de darle un toque especial y que las imágenes así lo representen son los profesionales de Enfok2, Pablo y Javi. A ellos les encantan los lugares con encanto como éste.
Las organizadoras de la sesión, Con un Poco de Azúcar Eventos, se desplazaron hasta el lugar y confiesan que se enamoraron nada más verlo. “Como tenía que ser algo muy impactante y poco común en seguida supimos quién iba a ser nuestra modelo, Yaiza, una tatuadora muy prometedora y amiga, la cual convenció a Luan, tatuador también, para que él fuera el novio de la producción”, aseguran.
El estilo industrial cuenta con una historia propia en la que destaca el papel que tuvieron los artistas jóvenes de Nueva York en la década de los 50, ya que ellos fueron los que escogieron para vivir amplias y espaciosas fábricas llenas de vigas, ladrillos y hormigón. Ahora, más de medio siglo después el estilo industrial vuelve a estar de moda y a ser algo muy top. Como explican los entendidos en la materia es uno de los estilos eclécticos que más triunfan en los últimos años en las revistas de decoración, por ejemplo.
Para esta sesión se eligió un mobiliario reducido, pero con mucho encanto. Llama la atención por tener unos aires retro y vintage, ya que se usaron elementos antiguos como la mesa o las sillas, además de otros desgastados o que parecían estarlo.
Las tartas eran acorde seguía la temática elegida para la producción. Además las profesionales que las elaboraron, Lorettas, se sirvieron de ramitas de olivo, la planta del Mediterráneo, para decorarlas. Una era de una sóla planta y tenía frutos rojos como frambuesas y arándanos en la parte de arriba. Por otro lado, la segunda, de dos plantas era más sencilla, lo que actualmente conocemos como una naked cake.
La modelo, Yaiza, lució durante la sesión dos vestidos de novia de L’Arca Barcelona, ambos compuesto por dos piezas: crop top y falda. En el primero la parte superior se componía de un top con una blusa con bordados superpuesta, de manga al codo y que se cerraba en la espalda arriba con un sólo botón, también lucía una falda larga con algo de cola y muy sencilla que nacía desde la cintura. Todo en tonos blancos.
El novio, Luan, por su parte, además de lucir un boutonniere en la solapa del traje con ramas de olivo y otras flores. Lució un traje de El Ganso a cuadros en tonos grises con una camisa blanca, sin corbata, lo cual le daba un aire más moderno y desenfadado. La chaqueta llevaba coderas en tonos marrones que conjugaban con los zapatos.
El estilo industrial combinaba a la perfección con el “rollo” del novio: los tatuajes, los piercings, su corte de pelo y barba…
Para el segundo look, la novia eligió un traje con transparencias de lo más sugerente y arriesgado. También estaba compuesto por un crop top y una falda larga, todo él confeccionado con el mismo tejido: guipur blanco. Para los pies lució con ambos estilismo unos zapatos de novia de La Strada.
Además destaca toda la decoración floral de la sesión a juego con el ramo. Los profesionales de la Floristería Bohemia Alcantarilla supieron plasmar el estilo de la producción con flores silvestres y otras como rosas, paniculata, eucalipto…
Cuentan las profesionales de Con un Poco de Azúcar Eventos que los muebles que utilizaron fueron muy clásicos, para jugar con diferentes estilos. El lugar escogido permitía no tener que incluir muchos accesorios, ya que era muy atrayente. “Por eso jugamos con flores sencillas como el eucalipto y el olivo”, detallan.
Sin duda, el estilo industrial es uno de los que más cautivadores y hoy en día son más los adeptos que se suman a la moda de realizar una sesión de fotos en un lugar así. ¿Por qué no se lo propones a tu pareja? ¡Podríais tener una boda como la de Nuria y Dann en una antigua central térmica.
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