El Puchero de Plata es uno de los catering más especiales de España. Desde que se lee su nombre, se percibe una sensación única de tradición sofisticada, hogar y lujo. Todo ello sobre la base de su trabajo y la ilusión de dejar con el mejor sabor de boca posible a los novios e invitados de cada uno de sus eventos. Unido a La Real Fábrica de Tapices, su papel en el sector nupcial es crucial.
Tradición y calidad
El Puchero de Plata desprende desde su propio nombre toda la filosofía que levanta la empresa: la tradición de la gastronomía de siempre y la calidad que trae consigo. Y va más allá: el nombre de El Puchero de Plata es un reto para los sentidos, ya que es capaz de regalar imágenes, sabores y olores con apenas cuatro palabras, incluso permite apreciar el tacto del metal de ese puchero, con todo lo que ello conlleva. Sin embargo, esta cocina de base hogareña abraza el carácter más elegante de la gastronomía, perfecto para ambientes sofisticados que buscan el mejor sabor y un servicio a la altura de los grandes eventos.
Si algo transmite el catering desde el primer momento es personalidad, un homenaje a la gastronomía tradicional que, al mismo tiempo, se ha adaptado a los tiempos que corren en materia culinaria. Así pues, su muestrario de platos habla en lenguaje clásico y moderno, uniendo dos formas de entender la cocina y manteniendo su seña de identidad. En este sentido, valoran la importancia del cóctel extenso, que en los últimos tiempos se ha impuesto al tradicional banquete.
Personalización
Los espacios con experiencia y tradición tienen especial predilección por sus clientes, a los que se dedican en cuerpo y alma y colman de todo tipo de atenciones. Uno de ellos es la personalización de la boda, valor realmente importante en el presente siglo y que el catering siempre ha lucido como parte de sus servicios. Y es que, con el paso de los años, los novios gozan de más inquietudes que quieren plasmar en el día más importante de su vida. Según esta idea, la boda adquiere una personalidad única que permite la clara diferenciación de eventos. En El Puchero de Plata se han especializado en esta clase de servicios.
Todo comienza con una primera entrevista en la que los profesionales del catering explican la idea que tienen para su boda. A continuación, se visita el espacio de celebración, teniendo en cuenta el tipo de boda y la preparación que puede propiciar el lugar. A partir de aquí, se elabora un presupuesto acorde a las necesidades de la pareja y se empieza a trabajar. A continuación, se realizan las degustaciones para empezar con la concepción del menú; y, seguidamente, llegan las gestiones con los distintos proveedores, de las que se encarga el catering.
Equipo y trabajos
El grupo de trabajadores del catering es otra de sus grandes bazas. Se dedican por entero a sus novios previa preparación, siempre según los estándares de la empresa. En conjunto, trabajan como una familia en la que prima la gente joven con ganas de comerse el mundo. Y su trato es exclusivo, ya que solo permiten la celebración de un evento al día, propiciando que el mayor número posible de profesionales participen en la boda. Por ese mismo motivo, los novios quedan tan encantados con el personal.
Asimismo, El Puchero de Plata goza de un extraordinario reconocimiento a nivel nacional. Así, no solo se ha encargado de bodas realmente multitudinarias, algunas de ellas celebradas en el extranjero y entregando todo el control al catering, sino que algunos de sus clientes han sido, no más ni menos, la familia Real y otras Casas Reales, Embajadas y Ministerios. Todo ello no solo avala la empresa en materia de calidad, sino que les proporciona confianza en la organización de grandes banquetes (han llegado a servir a 2000 personas sin rebajar un ápice de calidad).
La Real Fábrica de Tapices
El nombre de El puchero de Plata está unido al de La Real Fábrica de Tapices, otra compañía que rezuma personalidad, tradición y sofisticación desde su mera pronunciación. De hecho, ambos forman la misma empresa, pero el catering puede actuar por separado en otros puntos de celebración.
En este sentido, la calidad de su trabajo sigue la misma línea. Sus jardines, la sala Goya y la sala Giaquinto son tres de sus espacios para albergar aun máximo de 400 personas en el centro de Madrid.
El Puchero de Plata es uno de los caterings que mejor representan la tradición y sofisticación de la gastronomía española. Adaptados a la cocina del siglo XXI, su muestrario de aptitudes refleja un trabajo encomiable tanto en la calidad de su producto como en la profesionalidad de su equipo. Un lujo que también puede disfrutarse en La Real Fábrica de Tapices, espacio que forma parte de la misma empresa.
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