Todo empezó una mañana de invierno en el campo, a las afueras de la ciudad, donde se respiraba aire puro y fresco, y donde predominaba la naturaleza y tranquilidad. Porque como bien defiende el fotógrafo Rubén Mejías, no hay nada como enfundarse en un abrigo y sentir el frío en nuestra piel, ese movimiento de encoger los hombros por las bajas temperaturas y esa sensación de estar dentro de una cabaña y recostarse en un sofá con una manta… No, no hay nada como el clima y la luz del invierno que invita a desconectar y a dar un bonito y romántico paseo abrazados, como hacen los protagonistas de este shooting tan especial que realizó el fotógrafo madrileño en compañía de otros grandes colaboradores.
La luz que desprende los meses más fríos del invierno es diferente a la que luce el resto del año, es menos fuerte, menos directa, más suave y más sutil, por eso Rubén siempre prefiere hacer sus reportajes bajo esta luz tan especial. Así que, no dudó ni un momento en contactar a su socia, Cristina Besnard para contarle su idea y hacer juntos este shooting que tanto tiempo le llevaba rondando en la cabeza. Él se encargó del reportaje fotográfico y ella del audiovisual.
El equipo de Special Day fueron los que le ayudaron con la organización y decoración de la sesión y para el estilismo de la novia contó con el talento y profesionalidad de su amiga Sandra Cordero, quien realizó a la modelo una preciosa trenza ladeada de estilo romántico que adornó con un tocado joya de color plata. Un peinado que iba acorde con el estilo del vestido y con la chaqueta de pelo de estilo bolero de color blanca.
Para el vestido de novia acudieron a la boutique Gala Novias, donde Pilar y Nuria le hicieron pasar una tarde muy agradable y divertida. Le asesoraron sobre el corte del vestido y le cedieron esta romántica pieza elaborada de encaje con escote barco y manga francesa. Un vestido con el que Elvira estuvo radiante y muy favorecedora.
Del ramo de novia se encargó Ángela Rodera de Flor y Eventos y elaboró un ramo de lo más romántico y pasional en tonos rojos, donde predominaban las rosas rojas y frutos rojos. Apostar por el color rojo en una boda siempre es una buena idea pero has de hacerlo siempre en pequeñas dosis porque es un color muy fuerte, vibrante e intenso.
El color rojo también estuvo presente en los zapatos de la novia y en algunos complementos del novio que combinó con un elegante traje de chaqueta de color negro. Una excelente elección para ir acorde con la novia y no rozar lo ordinario y basto.
Elvira y Daniel son los que dan sentido a este shooting, ya que fueron ellos los que se ofrecieron a protagonizar la idea de Rubén Mejías. Se dieron el “sí, quiero” a la luz del atardecer, en pleno bosque bajo el manto de un delicado velo de encaje anudado a los laterales con dos pequeños ramos silvestres. Con grandes faroles blancos a sus pies, recorrieron un pasillo de delicados tarros de cristal con flores en su interior y toda la celebración estuvo ambientada en un estilo campestre, romántico y vintage.
Hubo taburetes blancos, cajas blancas de madera, jaulas con plantas en su interior, una cómoda de estilo retro de color azul con un teléfono antiguo, dulces y las iniciales de los supuestos “novios”.
Todos hicieron un papel magistral y juntos han creado uno de los editoriales más románticos e inspiradores para este invierno. ¡Enhorabuena!
Vestido de novia: Gala Novias | Maquillaje y Peluquería: Sandra Cordero | Floristería: Flor y Eventos | Decoración: Special Day | Fotografía: Rubén Mejías | Vídeo: Cristina Besnard | Modelos: Elvira y Daniel
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