¡Evita las amistades tóxicas en las bodas! Detéctalas antes de hacer la lista de invitados

Quizá no te hayas dado cuenta, pero hay círculos sociales que recuerdan mucho al instituto, con normas, conveniencias y una serie de elementos que pueden arruinar la convivencia y, en definitiva, la amistad. ¿Has tenido alguna amistad tóxica? Sí, ese amigo o amiga con la que acabas agobiado por su comportamiento hacia ti (y hacia el mundo en general), sintiéndote culpable sin saber por qué. Te sentirás permanentemente acusado por cosas sin sentido y señalado.

Hay varios tipos y en Zankyou te ayudamos a identificarlos para librarte de esas personas en el momento justo, es decir, antes de invitarlas al día más importante de tu vida. Empecemos:

Maestro/a del bullying silencioso

No te golpea físicamente, sino emocionalmente y sin que apenas lo notes. ¿Cómo? En primer lugar, se pegará a ti tanto que le considerarás una persona vital en tu vida: amigo, confidente, el hombro sobre el que llorar… Cuando ya se ha ganado este puesto, podrá empezar a desvalijarte con favores que irán in crescendo. Si hay algo que no le gusta, te lo hará saber con ese tipo de sarcasmo que te golpea en las costillas. Después, con toda la información a su alcance, utilizará esta en tu contra, empezando por pequeñas dosis. Así acabarás siendo suyo o despreciado, dependiendo de tu actitud.

Demente, aprovechado/a y bipolar

Solo busca triunfar y para ello te utiliza si ya eres un master de la vida. Con el fin de adentrarse en tu círculo, fingirá ser otra persona, como los grandes psicópatas de la ficción (y la realidad), y se acercará a ti en el momento de mayor auge. Si no le vas a invitar a una fiesta, es difícil que vaya solo a tomar un café (a no ser que eso le lleve a la pretendida fiesta). En este sentido, y con el fin de alcanzar esa cima, alabará e insultará a conveniencia, todo ello ocultando la agresividad que le es propia a alguien que solo busca hacer el mal. También te manipulará. Cuando consiga su propósito, te dejará tirado.

Cotilla, amargado/a y sin vida (o harto/a de ella)

Cuando tu vida es un aburrimiento, sueles inventarte historias alternativas para los demás. Así es como esta clase de amigos tóxicos, eminentemente amargados, pasan el día y basan su entretenimiento. Cualquier mirada, gesto o actitud es interpretado a su forma y sirve para imaginar una ficción repleta de detalles. Muchas de las cosas que piensan son ciertas, pero todas ellas han sido sacadas de chismes que han atrapado por su desesperada sed de cotilleos. Con la información verdadera como base, llega el momento de juzgar. ¿De verdad quieres a alguien así en tu vida? ¿Qué dirá de ti a tus espaldas?

Manipulador/a

Los peores. Son dictadores y, después de lavarte la cabeza, te manejan a su antojo. Quiere llevarte a su terreno, probablemente por la envidia que te tienen o por tu evidente vulnerabilidad. Por eso quiere dejarte seco, sin pensamiento propio, para que estés solo para él o ella. Para ello utilizan la mentira, primero de buenas dando consejos para ponerte en contra de los demás, o inventando historias sobre otros que te impidan confiar en la gente. Después, se centra en tu autoestima, comparándote con él/ella sin que te des cuenta, y haciendo lo posible para que la veas como un referente. Finalmente, te dan la puntilla y hasta te amenazan con el fin de la amistad, pues quizá has incumplido alguna norma de esa relación tóxica.

Cabreado/a con el mundo sin ponerle remedio

Todos nos quejamos alguna vez del trabajo, de la política, del sistema… Sin embargo, hay gente que lo hace constantemente y no le pone remedio. Por ello, pagan su cobardía contigo. Estas personas no tienen por qué ser malas, como podrían serlo las otras, pero son muy pesadas, lloronas, básicamente, y acaban influyendo negativamente en ti. Sus teorías y pesimismos te acaban afectando y pueden contagiarte. Además, esa persona, carente de autoestima por su falta de iniciativa ante los problemas, podrá transferirte su mala energía y, finalmente, consumirte en su mismo pozo. En ese momento, ambos os alimentaréis de vuestro mutuo cabreo con el mundo.

Cuando hayas detectado a estas “amigas”, envuélvelas en papel de regalo, déjalas y no mires atrás. Aunque al principio duela romper con cualquier amistad, el tiempo te dará la razón si tu vida ha empezado a mejorar. ¡No puedes invitar a tu boda a alguien que ha influido negativamente en tu vida! Mucho ojo.

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