Las sesiones de inspiración de boda diferentes son aquellas que crean nuevas emociones y que invitan a las novias a salirse de lo convencional, a arriesgar y a apostar por nuevos conceptos. El equipo que produjo este shooting de novia lo hizo con el objetivo de expresar “un romanticismo de aires decadentes que se fundiese a la perfección con el entorno industrial rural del enclave”. A-Rayas fueron los encargados de organizar cada detalle y buscar a los mejores proveedores del sector para crear “Green Prelude“.
“Green Prelude es la espera. La dulce y serena espera. Esos instantes previos de ilusión sabiendo que el momento está cerca, esos mágicos instantes previos a la gran fiesta del amor”, explican. Y ese momento es el que quisieron recrear, instantes en los que el gran protagonista sería el verde, y que fueron fotografiados por Javier Berenguer, que le dio el toque natural y espontáneo a cada imagen, algo que caracteriza a cada uno de sus trabajos.
La novia de esta sesión editorial, Irene Almarcha, es consciente de que lo que vivirá será único e irrepetible, y por ello, siente en los instantes previos una apacible sensación de soledad y quietud que lo envuelve todo. Además de la importancia del look o la decoración,el equipo encargado de esta sesión quiere reflejar la importancia de disfrutar en el gran día, que muchas veces se ve ensombrecida por detalles sin importancia. Por ello, apuesta por una novia que, a pesar de los obstáculos que pueda ver, sabe que las nubes del cielo gris no cubrirán la felicidad en su día.
Se trata de una novia que no necesita de un vestido blanco para conseguir que cada momento del día B sea inolvidable. Proponen dos looks nupciales. Por un lado, apuestan por una falda de suave tul verde agua que le cae hasta los pies, atada a la cintura con un fajín confeccionado con delicado encaje y una blusa de algodón natural, obra de Santa Casilda BCN.
Y por otro lado, se decantan por un look de dos piezas en tonos naturales, blanco roto para la falda con un gran lazo en la cintura, y nude para el cuerpo confeccionado a base de suave encaje. Ambos estilismos son ideales, versátiles y cómodos.
Como complementos, se decantaron por un ramo de flores silvestres en tonos verdes, la elección perfecta para este look nupcial en el que el color estrella brilla por encima de todo.
En cuanto a su look, decidió apostar por la naturalidad y escogió un peinado con el pelo suelto, invitando a la brisa a jugar a su antojo con sus ondas.
Como espacio para la celebración de la boda escogieron Hotel La Romana, en Alicante, en un enclave rodeado de viñas y canteras de piedra. Este lugar era el escenario ideal para una sesión de boda industrial y romántica. Su estancia principal es el patio de la masía, con paredes de ladrillo y elementos de forja que aportan ese sutil toque industrial.
Prepararon una mesa para dos, elegante y delicada, compuesta por menaje de Vajillas by Nuria Blanco y decoración en papel de Mary Clove, caminos de mesa naturales con follaje verde y carteles rústicos que indicaban el lugar de los novios.
Además, no faltó un rincón lleno de naked cakes, cookies y las mejores delicias dulces, donde comenzar a disfrutar del tiempo juntos, lo que puso la guinda final a esta sesión cargada de inspiración y de deseos de realizar cada celebración completamente a medida de cada pareja, olvidando los estándares y las tradiciones.
Organización y diseño: A-Rayas | Fotografía y vídeo: Javier Berenguer | Localización: Hotel La Romana | Vestidos: Santa Casilda BCN | Menaje: Vajillas by Nuria Blanco | Papelería: Mary Clove | Modelo: Irene Almarcha
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