Para muchas personas, los abrazos dicen mucho más que lo besos. Es un gesto poderoso, repleto de significados, henchido de sensaciones, que transporta a otro lugar, destinado solo a las personas que lo comparten, sean amigos o pareja. Por eso, en Zankyou, que admiramos las pequeñas cosas que engrandecen la vida, te diseccionamos el universo del abrazo con la ayuda de varios expertos implicados en la causa.
Reconocimiento
Una abrazo que mezcla cariño y el reconocimiento por un trabajo bien hecho. Los hombres, que siempre se han reprimido más a la hora de mostrar cariño entre ellos, suelen practicarlo con un toque de violencia inofensiva (agarrar de mala manera, golpes…), pero su función es efectiva. Se ve mucho en deportistas.
Palmadita en la espalda
El abrazo de los amigos o la familia, sobre por parte de los hombres. Evidentemente, la relación es buena, pero tiene un límite. “Así es como los hombres abrazan a sus amigas; no es nada romántico”, explica Christopher Blazina. “Cuando un hombre te abraza con frecuencia así, significa que la relación no está creciendo”, apostilla. Es un abrazo que no expresa ningún grado de intimidad en absoluto, solo compañerismo, buen rollo, camaradería y muy buena relación de amistad. Cada palmada es un signo de ese apoyo mutuo.
Medio abrazo
Hay abrazos que se dan a medias y son más bien una señal de aceptación, apoyo, sin intereses románticos. Este se da de lado, con un brazo sobre el hombre de otro, y apretando con mayor o menor intensidad. Es un gesto tierno y tiene un grado de conexión más grande que la palmada en la espalda, pues puede traer consigo un gesto de acercamiento de la cabeza sobre el hombro de la otra persona. Con este abrazo se evidencia una conexión física y emocional con la otra persona.
Muñeco de trapo
Una de las personas abraza como si le fuera la vida en ello, pero el otro, quizá muy desconectado de la que persona que se abalanza sobre él, permanece parado, sin moverse, con el cuerpo suelto. Haya amistad o amor, está claro que sobre todo lo hubo en el pasado, porque esta es una señal evidente de que algo falla.
Puente de Londres
Sí, ese es su nombre, y si conoces el famoso monumento inglés, pronto entenderás por qué. Como en dicho puente, la zona de arriba, es decir, el tronco, está unido con la otra persona, pero la zona inferior del cuerpo no tiene ningún tipo de contacto. Este abrazo demuestra que la relación no va por el buen camino, que se ha enfriado, que la pasión es un recuerdo y que existe una gran incomodidad, quizá por una falta de comunicación. Arregla el problema y utilizarás abrazos mucho más contundentes.
Acariciar la espalda
Aquí no es necesario que haya un romance, pero sí evidencia una fuerte conexión. Frotar la espalda son palabras mayores y da un salto en el ámbito de la confianza. La experta en lenguaje corporal Patty Wood afirma que “la espalda es una parte muy vulnerable del cuerpo; al no ser visible, tocar esta parte es ciertamente sorprendente”. Aporta tranquilidad y actúa como recuerdo de que ambos se importan mucho.
Bailando
La posición es sencilla: uno, con los brazos alrededor del cuello; otro, con los brazos alrededor de la cintura. Ambos se mueven lentamente, como si se hallaran inmersos en una danza sensual y divertida. Y es uno de los abrazos más bonitos, ya que comprende dos posibilidades. En primer lugar, el principio de una relación, con la chispa de los comienzos como aderezo de ese abrazo. En segundo, el jugueteo y la viveza de esa relación, que quizá ya lleve años y siga con la alegría del primer día.
El que protege y da seguridad
Se ejecuta cuando una de las personas está de espaldas. El significado, según Patty Wood, es claro: “Al cubrirte la espalda, el susodicho está diciendo que quiere protegerte”. Muestra seguridad y el deseo de proporcionar una estabilidad en la relación. También supone una gran confianza entre ambas partes.
Aunque la sociedad machista suele colocar este papel protector en el hombre, es cierto que este, en las parejas heterosexuales, suele tener un físico más voluminoso y, como consecuencia, aportar una mayor sensación de protección. Aunque, no obstante, esto no es para nada determinante y la mujer tiene plena capacidad de asumir esta función, pues el físico no lo es todo en este tipo de abrazos y ella también puede ofrecer la sensación de protección y seguridad.
El punto muerto
Las personas que abrazan de esta manera rebosan pasión por su relación. Aunque suele darse en una despedida, pues trae consigo una necesidad de no dejar ir a la otra persona, también pueden surgir en momentos de explosión de amor, como una señal de impotencia. Los implicados se aprisionan y conectan a un nivel altísimo.
El vuelo
En este caso, la pasión pasa al siguiente nivel, con toques de lujuria y ganas de devorarse el uno al otro. Consiste en que una de las personas se eleve y enrosque sus piernas alrededor de la cintura del otro. A su vez, el que está en lo alto agarra por el cuello al que la sujeta, y la otra persona coge su cintura para evitar una caída. Este abrazo es uno de los signos sexuales que preparan el terreno para rematar el día o la noche, y también tiene un alto nivel de confianza sentimental.
Contacto visual
En los ojos está la clave de lo que uno piensa y siente. Por este motivo, el contacto visual en las relaciones, ya sean de pareja, familiares o amigos, ha de primar para conocer la realidad de lo que se siente. Y las personas, cuando se abrazan mirándose (obviamente, el abrazo es a medias, con los brazos en el hombro y en la cadera), prometen, confiesan, anuncian, aman. Se puede hablar, pero, a veces, ni siquiera hace falta.
Diez abrazos para diez momentos, algunos buenos y otros menos satisfactorios. Aprende a identificarlos y llega a una conclusión de cómo va tu relación. ¡Suerte y abraza con pasión!
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