Sandra e Iván se conocieron gracias a un amigo en común, surgió algo especial y a las pocos días se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro. Desde entonces no han dejado de compartir sueños que juntos han hecho realidad.
Un 14 de febrero, coincidiendo con su aniversario, Iván preparó un plan romántico: comida, teatro y… ¡pedida de mano! Pero eso no fue todo, sino que en un viaje a París que hicieron más tarde, el novio volvió a pedírselo en un café a los pies de la colina de Montmartre, bajo la basílica del Sacré Coeur. ¡De ensueño!
Los novios
Y llegó el momento. El 5 de septiembre de 2014 fue el gran día que ambos recordarán para toda la vida. La ceremonia religiosa se celebró en la iglesia del Santísimo Corpus Christi de Las Rozas (Madrid). Para un momento tan especial, Sandra eligió un vestido de novia sencillo con toques románticos y vintage de Rosa Clará. Un modelo elaborado todo en tul, con escote en palabra de honor y cuerpo drapeado que acaba en una “cinturilla” de encaje de talle bajo y continúa con una falda de corte evasé con una pequeña cola. Teniendo en cuenta que la ceremonia era religiosa, la novia decidió añadir al cuerpo unos tirantes, de quita y pon, de tul adornados con el mismo encaje de la cinturilla a la altura de los hombros.
A Sandra no le gustan los zapatos blancos, por lo que decidió acompañar su vestido vintage con unos zapatos de piel forrados en charol de color nude, con tacón de 8 cm de alto y en modelo peep toe de la marca Unisa. Unos zapatos que consideró ideales para poder volverlos a usar en otra ocasión especial.
La peluquería Beny – Sanz fue la encargada de peinar y maquillar a la novia, quienes crearon el look natural que Sandra buscaba, quería sentirse segura y no verse “disfrazada” el día de su boda.
El ramo fue un regalo muy especial de una de sus mejores amigas. Al no poder contar con peonías en todo su esplendor, debido a la fecha de la boda, se decidió por un bouquet mediano de colores románticos y flores variadas: rosas de Winchester, dalias, botones de margaritas… Todo elaborado por la floristería encargada de realizar los centros de las mesas y la decoración de la finca: Verdencina, donde comprendieron el estilo de la novia e hicieron un gran trabajo.
En cuanto a las joyas, sólo lució el anillo de la pedida, en oro blanco y brillantes, y unos pendientes a juego comprados para la ocasión con forma de bola.
Por su parte, el novio llevaba unos gemelos plateados con las iniciales de su nombre y un reloj significativo para él que le había regalado Sandra años antes.
La ceremonia
La sesión fotográfica fue de lo más especial. Tuvieron claro desde un principio que contratarían como fotógrafo a David Morales, quien les ofreció la ayuda y la confianza necesaria para que un día tan especial quedara retratado para siempre en bonitas fotografías como éstas.
El banquete
El banquete de boda tuvo lugar en la Finca de San Antonio (Hoyo de Manzanares) encuadrada en el Parque Regional de la cuenca del Guadarrama. Se realizó un cóctel previo compuesto por aperitivos fríos y calientes tales como miniblinis de salmón, cremosos de foie, chupitos de vichyssoise, minihamburguesas de ibérico, tartaletas de setas…
Después se pasó a la cena compuesta por una ensalada de vieras con aguacate, champiñones y albahaca, seguida de un lomo de dorada a la espalda con patatas chafadas y gambas al ajillo, un solomillo de ternera a la parrilla sobre un hojaldre de verduras y para finalizar una tartita fina y templada de manzana acompañada con helado de violetas. ¡Delicioso!
Los centros de mesa llevaban las mismas rosas de Winchester en color melocotón del ramo y estaban acompañadas por un velón blanco redondo que quedaba muy romántico encendido durante la celebración del banquete.
El baile contó con recena de minihojaldres dulces y salados y una mesa de chuches de Regalachuches, un regalo de los compañeros de trabajo de Sandra. Todo el catering elaborado en la misma finca y creado y supervisado por el chef Julio Reoyo reconocido con dos estrellas Michelin.
Los invitados quedaron muy satisfechos, además, la boda de Sandra e Iván estuvo llena de detalles para ellos: el confeti en forma de corazones que incluían las invitaciones, unos pai-pais elaborados a mano que hacían las veces de misales, la suelta de globos de corazones, pomperos para la salida, marcapáginas con frases originales y graciosas sobre el amor, la familia, la amistad, foulares lisos indios para ellas, guardatodos con pequeños relojes de mesilla para ellos y, por último, tiras de fotos de impresión instantánea con los novios en el fotomatón.
El baile se abrió bailando un clásico vals con los padres llamado Vals para una novia, de Alejandro Jaén. A continuación los novios solos bailaron la canción All of me, de John Legend, que enlazaron con la canción Feliz, de David Bustamante para animar a la gente a unirse.
Sin duda, el 5 de septiembre será un día inolvidable, tanto para Sandra e Iván como para los invitados, ¡un día lleno de momentos muy especiales!
No te pierdas el gran día de Ignacio y Marta o la bonita historia de amor de Myriam y Rafael. ¡Te encantarán!
Fotografía: David Morales | Vestido de novia: Rosa Clará | Zapatos de novia: Unisa | Lugar de celebración: Finca de San Antonio | Peluquería: Beny Sanz | Decoración: Verdencina
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