Justin Alexander aterrizó en Santorini (Grecia) con un objetivo claro: adaptarse a la infinita esencia helena. Surcando cada rincón de la isla y degustando las mieles de su legendaria cultura, el viaje sirvió para mostrar su atemporal colección de 2018, una absoluta delicia disfrazada de boda griega.
“Atemporalidad” es la palabra que capitanea esta aventura griega. Esta característica rezuma en las nuevas composiciones de Alexander, pues el tiempo es incapaz de desmoronar su naturaleza. Cada uno de sus vestidos son perfectos para antes, ahora y siempre, sin pecar en ningún momento.
En cada una de las instantáneas se puede observar el componente clásico que despunta en las piezas de Justin Alexander. Este latigazo del pasado, que sigue vigente en el presente y lo hará en el futuro, comulgó a la perfección con el estilo de las islas griegas. El blanco y el azul de los edificios isleños, la brisa marina y la luz hicieron el resto.
El equipo de la firma preparó una exquisita boda en la que se mostraron todas las características de las tradiciones del país. Los implicados comieron, bebieron, bailaron y rieron, reflejando el espíritu mediterráneo de una buena fiesta.
Al tratarse de una de las idílicas Islas Griegas, el componente marino dio una chispa al aspecto cultural, así como a la belleza de las fotografías, que bebieron del azul del mar Egeo. Ella lucía la sensualidad de un vestido de pedrería que abrazaba con intensidad su figura, mientras la falda y la cola se relajaban con la delicadeza del tul.
Siguiendo con el folclore griego, esta protagonista evidenció con su vestido el carácter, las pasiones y la autenticidad que se respira en las islas. Ajustado y ribeteado de encaje hasta las rodillas, este diseño de corte sirena e inspiración tradicional inicia su viaje con un escote corazón y termina en una falda de tul con tablas de aire vaporoso y libre.
Con transparencias a la espalda, este vestido cautivó por su combinación de clasicismo y sensualidad. La espalda biselada y la falda al vuelo siembra sentimientos contrapuestos, rematados con los detalles de encaje que, situados en hombros y en la base de la espalda, prometen un mar de experiencias.
Inscrito en la esencia mediterránea, la siguiente pieza aglutinó en un su mismo ser los retales de la cultura más auténtica. El encaje y las transparencias se unen, combinan y contorsionan en este vestido largo y entallado. Desde la más pura elegancia se dejan ver marcados chispazos de pasión y extraordinaria sensualidad, localizados en su profundo escote y en su atrevida línea, que evidencia formas y emociones a cada movimiento.
Comulgando a la perfección con la mística del Egeo, esta composición clásica y sofisticada, enfrascada en la forma de una sirena, es una de las piezas más originales de la colección 2018 de Justin Alexander. De un solo color, y sujeto con una sencilla cintura de brillantes, contrasta con el carácter revolucionario e impronta marina que esconden sus formas.
Clásico y folclórico, esta obra con falda de tul recuerda que lo de siempre no tiene por qué morir. De hecho, vuela, se divierte, recuerda el pasado con regocijo y lo trae sin reparos a nuestro tiempo en sintonía con el intrincado encaje. Las mangas de deslizan suaves hasta las muñecas, recuperando al leitmotiv modista de esta colección con la mezcla de encaje y transparencias.
Desde los hombros hasta el suelo, el diseño más elegante de la colección se apoya en los botones para diseccionar el conjunto. Lo hace sobre una superficie que se inspira en la naturaleza con la espalda de encaje, indagando en su faceta rebelde, mientras combina con sus sutiles mangas lisas, más sobrias y sofisticadas. El resto viaja hacia la base con la sensualidad de quien busca engrandecer figuras y recorrer curvas sin miedo a la velocidad. El blanco es pulcro, inocente y deslumbrante.
Para terminar, nos adentramos en el peligroso, caprichoso y emocionante arte moderno. Con la sencillez en su superficie, el vestido busca romper la baraja con un vertiginoso escote y una falda que se desata en un vuelo grácil, mostrando todo su cuerpo y densidad. Para mujeres valientes y únicas.
Recuerda: Justin Alexander representa la atemporalidad de la moda nupcial. En su despliegue de encantos en Santorini, el diseñador ha demostrado que el antes y el ahora pueden coincidir en el tiempo para cautivar.
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