Si estás organizando tu boda, probablemente te encuentres inmersa en la búsqueda del vestido. Esta parte de la planificación es una de las que más ilusión nos hacen a todas las novias, especialmente a aquellas que no queremos conformarnos con un modelo de colección, sino que deseamos un diseño único, exclusivo y hecho solo para nosotras, y que queremos ser partícipes de todo el proceso de creación. Para ello, debes acudir a un atelier de novia en el que apuesten por la confección personalizada, como Lamaryé.
“Lamaryé” significa “novia”, en criollo haitiano. Las diseñadoras de la reconocida firma, Ana y Cristina, confiesan que fue un nombre que les gustó y no dudaron en adoptarlo para darse a conocer en el mundo del diseño nupcial. Ana, con formación en Diseño y Patronaje, y Cristina, ingeniera textil y patronista, decidieron embarcarse en este maravilloso proyecto del que, aseguran, a día de hoy, sentirse muy orgullosas.
Proceso de creación del vestido
Aman su trabajo por encima de todo, el diseño les apasiona y, eso, se nota en cada una de sus creaciones. Disfrutan con cada novia, cada experiencia supone una nueva aventura y cada diseño es una nueva obra de arte que mostrar al mundo. Se esmeran en conocer a cada novia, sus gustos, sus ideas y qué es lo que esperan de su look para la boda: “Ellas llegan al taller y nos cuentan su idea, si no vienen con ninguna idea, nosotras le recomendamos el vestido que le puede sentar mejor. Le probamos las tuales que tenemos en el taller y le enseñamos los tejidos. Cuando, más o menos, hemos llegado a una idea, le hacemos un diseño en papel. En esa primera cita le mandamos el presupuesto y, si aceptan, tenemos una segunda cita donde tomamos medidas y concretamos cuáles serán los tejidos del vestido”, explican.
Después se hacen, al menos, tres pruebas. “En la primera se ve la base del vestido y se decide cómo va a ser el escote, la manga y los detalles que no se hayan concretado antes. En la segunda prueba ya se hace la prueba con el zapato y el velo. En la tercera prueba ya está el vestido casi listo, con botones, recogido de cola, enagua y demás detalles interiores. Ya solo tendrían que venir al atelier la semana antes de la boda a recoger su vestido”, cuentan.
Diseños exclusivos
Sus diseños son personalizados, no trabajan con una colección, sino que adaptan cualquier idea de la novia a los tejidos. Cuentan que, esta temporada, uno de los tejidos en tendencia es el guipur y la rafia, que ofrecen muchas posibilidades en la confección, aunque, confiesan que su tejido estrella es el crepé, que lo utilizan en el 99% de los vestidos de novia y de invitada.
Lamaryé es una firma de estilo romántico, como sus creadoras, de líneas sencillas y femeninas, y con modelos adaptados al siglo XIX. “Nos gusta mucho la moda del siglo XIX, por lo que nos encanta utilizar puntillas y detalles que recuerden a esa época”, afirman.
Para inspirarse a la hora de crear, cuentan que se inspiran en la propia novia, pero además, en libros de moda antiguos, en el cine y en los tejidos. Su mayor deseo siempre es conseguir que las novias se emocionen al ver su vestido terminado y cumplir sus sueños de llegar radiantes al altar.
Ana y Cristina consideran que el vestido de novia perfecto es “aquel con el que la novia se sienta completamente ella. Que se ponga su vestido y se reconozca en el espejo”. Para conseguir ese diseño que plasme perfectamente tus ideas es necesario detrás un equipo que se esfuerce por descubrirte, a ti, tus gustos y tus inquietudes, en definitiva, tu personalidad, como las profesionales de Lamaryé. Solo así, el resultado será el esperado.
Apuesta en tu boda por calidad y no escatimes con tu vestido de novia, recuerda que será el gran protagonista y uno de los mejores recuerdos que guardes de tu día B. Contacta con Lamaryé y pide tu cita. ¡No esperes más para comenzar a crear el vestido de tu vida!
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