¿Estás preparando tu luna de miel? Si has optado por la aventura o, al menos, por la inmersión total en el país que vayas a visitar, te recomendamos no renunciar a nada y bucear en lo más profundo de su naturaleza. En esta ocasión, abrimos un amplio abanico de rutas para hacer trekking por las mejores zonas del mundo, geniales para añadir diversión a tu viaje de novios. Si solo buscas descanso, esta no es tu sitio; si buscas algo diferente, sigue leyendo y prueba suerte, aunque solo sea durante un rato.
El Trekking de la W (Torres del Paine, Chile)
En la Patagonia chilena, esta ruta de cinco días es un recurso genial para adentrarse de lleno en la naturaleza y, ya de paso, contemplar algunos de los grandes espectáculos de la naturaleza. Hablamos de glaciares, montañas, arbustos y los tres picos que conforman las Torres del Paine, con el divertido añadido de las llamas trotando por doquier.
Routeburn Track (Nueva Zelanda)
El Señor de los Anillos nos dejó material audiovisual suficiente para apreciar las maravillas que siempre han crecido en la bella Nueva Zelanda. Y aquí nos situamos para nuestra siguiente ruta, la que une Mount Aspiring y Fiordland a través de parajes pintados con la excelencia de los artistas. Estos incluyen los fiordos, las praderas y los picos que nutren las ensoñaciones sobre el paraíso, con la paleta del verde y el blanco como principales referentes cromáticos.
Camino Inca (Perú)
La ciudad de Machu Picchu es la meta, a la cual se puede acceder por tren y carretera, pero con mucho menos glamour aventurero. Llega hasta este extraordinario territorio por medio de tus pies y asiste a la exhibición que la naturaleza tiene preparada para ti: infinitos campos verdes a lomos de sinuosas montañas. Las ruinas de las antiguas ciudades incas iluminan el conjunto hasta llegar a la urbe que más tiempo sobrevivió, Machu Picchu, una oda al arte enmarcado en la naturaleza más impresionante que jamás se haya visto.
Camino de Santiago (España)
Es la ruta de peregrinaje más importante de España y una de las más conocidas del mundo. A pesar del carácter católico que se le supone por el objetivo final (visitar la tumba de Santiago el Mayor, en la cripta de la catedral de Santiago de Compostela en Galicia), con el paso de los años se ha convertido en una ruta para aventureros de todo el mundo, independientemente de sus creencias. El objetivo no es otro que superarse a sí mismo, vivir aventuras y, por supuesto, descubrir las maravillas que pueblan la geografía española, tanto el arte del hombre, sito en pueblos y ciudades, como los ríos, montañas y bosques que ha construido la naturaleza. Además de varias rutas que llevan al mismo final, la variedad también se encuentra en la gastronomía, deliciosa y diferente en cada región de paso.
Grande Randonnee 20 (Córcega, Francia)
Córcega de norte a sur, trayecto duro con el aliciente de recorrer una isla entera, con todo lo que ello supone. La belleza de Francia solo para ti, con los valles, montañas, praderas y lagos que han sustentado la leyenda del campo francés. En esta increíble aventura, quizá descubras que algunos tienen gran dosis de realidad.
Fraser Island Great Walk (Australia)
Una de las más intensas y bellas en cuanto a paisaje y estimulación. Perfecta para hacer entre abril y septiembre, esta ruta es solo una de las innumerables que recorren Australia, pero destaca por las playas de arena blanca y las selvas que guardan secretos en su trayecto. Australia es mágico y místico, y alberga el conjunto de fauna y flora más espectacular y variado del planeta; esta ruta es un ejemplo perfecto de las especialidades que enamoran del país.
Circuito del Annapurna (Nepal)
Para terminar, un final apoteósico inscrito en el soberbio Himalaya. Este recorrido supera en biodiversidad a la parafernalia que rodea al Everest, casi siempre elegido en las expediciones por su fama. De hecho, este trayecto es interesante por la vertiente tropical que maneja, empezando por el principio, Besisahar, una ciudad que abre la ruta hacia un paraíso de bosques tropicales; perotambién por el contraste que se genera al topar con laderas áridas y glaciares. Un regalo para los ojos, los pies y el corazón.
Aunque estas rutas no suelen incluirse en una luna de miel al uso, su belleza es propia de los grandes viajes. ¿Por qué no probar algo diferente para variar?
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