Las piñatas de boda + cool
Las piñatas de boda se han convertido en una tradición que parece estar calando hondo entre las nuevas tendencias nupciales.
El otro día os proponíamos algunas ideas para entretener a los invitados de la boda. Una de ellas era la reinvención de la piñata: una tradición milenaria que llega hasta nuestros días a través de la cultura mexicana, pero que tiene raíces en China, según los escritos de Marco Polo, pasando después a Italia, más tarde España y de ahí al Nuevo Mundo.
Aunque su versión más colorida nada tiene que ver con las ceremonias de evangelización con las que se relacionaban entonces, la vuelta de la piñata a las celebraciones de boda es una tradición que parece estar calando hondo entre las nuevas tendencias nupciales.
Una estructura de alambre, papel maché de colores y algo con lo que romper el exterior es lo único que se necesita para crear uno de estos preciosos objetos decorativos artesanales que, en su versión wedding, pueden presentar diferentes formas, tamaños y colores. Las más populares: la piñata en forma de tarta de bodas con apliques de papel en escala ombré, corazones y diamantes XL, con papel metalizado en color oro, plata o bronce.
Un aspecto importante a tener en cuenta a la hora de decantarse por una forma de entretenimiento de este tipo es la elección del artista encargado de construir y decorar la pieza, ya que la piñata se convertirá en protagonista de uno de los momentos más llamativos de la celebración tras la ceremonia, haciendo las delicias de los niños pero también de los mayores.
Precisamente por esto, a la hora de dar forma a la lluvia de objetos y dulces que harán las veces de relleno, es fundamental abarcar un amplio abanico de edades, que sirva para poner una sonrisa en la cara tanto de los peques como de los mayores.
De entre las opciones más sugerentes: los clásicos caramelos y bombones (envueltos en papel de celofán o en bolsitas de tela, para que no se ensucien ni se dispersen por elsuelo), minibotellitas de cava (de plástico, para que no se rompan), pegatinas y chapas con las iniciales de los novios, una pequeña solección de boletos de lotería, máscaras o antifaces de cotillón.
Para los más originales, las clásicas galletas de la fortuna no sólo relacionan diferentes tradiciones y culturas, sino que sirven para repartir mensajes secretos entre vuestros seres queridos de una forma muy divertida. Y por supuesto, el detalle final: confetti, en papel de colores, o arroz, para gastar una broma a los invitados que piensen que sólo los novios reciben una lluvia de granos durante su gran día.
Es importante solicitar los permisos necesarios antes de lanzaros a comprar una, ya que no todos los establecimientos y lugares de celebración permiten actividades donde se manche más de lo debido. Procurad que tengan un sitio habilitado de antemano donde poder colgarla con comodidad, o encargad una estructura aparte, que funcione tanto en interior como en una boda de exteriores, como en una playa o un jardín.
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