Olga, ucraniana y Pino, de Santander, se conocieron casualmente en Madrid en un viaje que ambos hicieron con sus respectivos amigos. Desde que se vieron no pudieron olvidarse… Y, como no podía ser de otra forma, ¡su relación acabó en boda! La pedida de mano fue en Viena, donde Olga vivía, durante un atardecer de marzo, concretamente en el monte de Leopoldsberg, con la ciudad a sus pies como testigo de aquel momento.
Los novios
La fecha elegida para la boda fue el 25 de julio de 2015 en Hotel Casona el Arral, en Liérganes, Cantabria. Para el gran día Olga escogió un vestido de novia de un diseñador ucraniano con un estilo rústico-vintage. La novia tenía muy claro que buscaba algo no demasiado formal, por lo que eligió un sencillo modelo de corte imperio, escote drapeado y falda con gran caída.
Como complementos lució unos Stiletto en color nude y un ramo de la Floristería Rebolledo a juego con la corona y formado por ramas de olivo y lisienthius blancos, flor que estuvo presente en la decoración floral de la boda.
Para el peinado y el maquillaje confió en Victoria Estilistas, que se desplazaron desde Santander hasta Liérganes para hacer el peinado y maquillaje a toda persona que lo solicitó, novia e invitados.
La ceremonia
La ceremonia, celebrada en Hotel Casona el Arral, fue oficiada por Bilbo DJ y capturada en preciosas imágenes por Rodrigo Solana, un fotógrafo que guardó en su objetivo todos los momentos emotivos del gran día.
De la decoración de la ceremonia y del banquete se encargó Floristería Rebolledo y Dos Gardenias Bodas, que además de preparar rincones muy especiales donde los novios y los invitados pudieron disfrutar de la magia de un día como tal, se encargó de toda la organización y coordinación de la boda.
El banquete
Los invitados degustaron en un ambiente de lo más especial las delicias que el Catering Deluz preparó para ellos, así como la espectacular tarta de Ponona Cakes, que representaba la santanderina Isla de Mouro y sus playas.
Tras ello, dieron comienzo a una gran fiesta que se alargó hasta altas horas de la madrugada con canciones de estilos muy variados, desde pachanga a disco de los 70, tanto nacionales como internacionales, que los invitados disfrutaron al máximo gracias al trabajo de Superpekes que se encargaron de los niños durante toda la boda con juegos talleres y un castillo hinchable. Fue una boda pensada para divertir a todos, desde los más pequeños a los más mayores. Desde Zankyou queremos felicitar a los novios por la preciosa boda y la gran organización de cada detalle. ¡Enhorabuena pareja!
Si te ha gustado esta boda, no te pierdas cómo fue el gran día de Marina y Jordi o el enlace de Rocío y Fran.
Selecciona a los proveedores que quieres contactar
¿No te quieres perder las últimas novedades para tu boda?
Suscríbete a nuestra newsletter
Escribir un comentario