Conocer a los novios y desentrañar sus secretos son las mejores herramientas para contar historias auténticas por parte de los fotógrafos de boda. Leticia Campos y Álvaro Ortiz forman People Photographers, un estudio especializado en combinar su buen hacer artístico con el cultivo de grandes relaciones con sus clientes. Su excelente resultado depende mucho de esta gran comunión. ¡Sigue leyendo y conócelos un poco más!
Zankyou: Vuestra vida es la fotografía, pero, ¿cómo empezó todo?
People Photographers: Álvaro lleva toda la vida en el mundo de la fotografía de moda y publicidad; yo (Leticia) vengo de la publicidad. Cuando nos conocimos, empezamos con este proyecto de fotografía social y llevamos seis años encantados, porque lo podemos compaginar con nuestra vida personal. Nos apasiona.
Z: ¿Cómo es vuestro estilo?
P: Tenemos un estilo propio, que se ha creado después de todos estos años. No obstante, éste no es cerrado, sino que va evolucionando. Técnicamente, lo mas significativo es que disparamos el 90% de las fotos con luz natural y, al final, el resultado es un testimonio gráfico de ese día.
Z: Como fotógrafos, ¿qué os caracteriza más allá del proceso técnico?
P: La pasión por una gran historia, el deseo de crear belleza. Nuestra intención es que el amor nunca parezca cursi. Esto se consigue sin forzar las situaciones, con la búsqueda de la naturalidad. De esta forma, los novios quedan encantados.
Z: ¿Cuál es el objetivo: calidad o emocionar?
P: La meta de cada trabajo es que las personas que han puesto el día mas importante de sus vidas en nuestras manos se queden felices del resultado y que se emocionen al ver las fotos de su boda. El reportaje les sirve para recordar momentos que pasaron muy deprisa sin darse cuenta.
Z: ¿Tenéis referentes dentro del sector?
P: Tenemos fotógrafos favoritos y pertenecen a diferentes ámbitos, tanto del mundo de las bodas, sobre todo americanos y franceses, como de la moda. Quizá éstos marcan el estilo de las fotografías que hacemos, ya que, al fin y al cabo, la personalidad de cada uno es un conjunto de pequeñas cosas que se adquieren a lo largo de la vida. En la fotografía ocurre lo mismo: inconscientemente, coges esto de éste y eso de aquel y el resultado son fotografías que ya estaban en tu cabeza.
Z: ¿Cuál es el momento más tenso y/o divertido de fotografiar? ¿Alguna anécdota al respecto?
P: Los momentos más divertidos están en el baile. El más tenso para los novios suele ser el momento de entrar en la iglesia: el pasillo parece que no se acaba nunca. En una ocasión, una novia iba apoyada en su padre porque era incapaz de andar. En otra, la chica estaba tan nerviosa, que se tomó una copita de Champagne antes de llegar e iba completamente mareada. Algunas apenas pueden respirar por el pasillo. En el caso de los novios, algunos suelen llorar, otros agarran de la mano fuertemente a su madre y, en una ocasión, vimos a uno de ellos aflojarse el cuello de la camisa porque no podía ni respirar.
Z: Fotografiar una boda implica muchas horas de dedicación. ¿Es muy duro?
P: No podemos decir que sea duro. Estar presente en el día mas especial de la gente es una suerte; fotografiamos momentos felices y únicos. Nos encontramos con iglesias preciosas maravillosamente adornadas con flores y visitamos hoteles de lujo, fincas de ensueño. Sí es cierto que sacrificas cosas y casi siempre están relacionadas con momentos importantes relacionados con la familia, pero es algo que también ocurre en otros trabajos.
Z: ¿Tenéis una boda favorita?
P: Al final, todas las bodas son diferentes y todas nos marcan por algún motivo. En cada boda se aprende algo nuevo, no solo de fotografía, sino de las relaciones con las personas. Gracias a las bodas, descubres cómo es la gente y las tradiciones de cada familia (vestir a la novia, la preparación del ramo…). Comprendes lo diferentes que son las personas y que cada celebración tiene un encanto muy especial. Las bodas nos enriquecen personalmente y conocemos personas encantadoras.
Z: Todos los artistas tienen una obra de la que se sienten más orgullosos. ¿Cuál es vuestra mejor foto?
P: Es muy difícil fotografiar la emoción en las caras de los novios la primera vez que se ven. Cuando esas fotos salen son preciosas y únicas.
Z: ¿Cómo es la relación con los novios?
P: Es muy importante conocer a los novios: saber cómo son sus vidas y sus familias, qué les gusta, en qué trabajan, cómo se conocieron… Al final, sin darte cuenta, creas un vínculo con ellos. El día de la boda, después de las dos veces que nos hemos visto, tanto ellos como nosotros nos sentimos muy cómodos. Estar con los novios todo el día resulta sencillo para ambas partes. Hay muchas parejas con las hemos mantenido el contacto tras la boda, y pandillas enteras de amigos a las que les hemos hecho las fotos de su gran día. Encontrarnos con todas esa parejas en la misma celebración es muy agradable.
Z: Si alguno de vosotros os fuerais a casar y estuvierais contratando a un fotógrafo, ¿qué tipo de preguntas le haríais? ¿Qué buscaríais?
P: Después de haber hecho un filtro de estilos y dejarlo en dos o tres posibles fotógrafos, yo, personalmente, sin mirar el precio, optaría por alguien con experiencia y con el que me sintiera cómoda, pues son casi doce horas juntos durante momentos intensos y emotivos.
En concreto, me gustaría saber cuántos años lleva fotografiando bodas, si cuenta con algún ayudante, el tiempo de entrega del reportaje final y, sobre todo, intentaría echar un vistazo a una sesión completa en un espacio similar al que tengo previsto para mi celebración.
Z: ¿Qué os diferencia del resto?
P: Nuestro principal aval es la gente que ha quedado encantada con nuestro trabajo y que nos han recomendado a sus amigos. La mejor publicidad siempre es un cliente satisfecho.
Hay varios paquetes que se adaptan a las distintas necesidades de los novios y cualquiera de esos paquetes se puede modificar o elegir de manera individual.
Z: ¿Algún consejo para los novios que os están leyendo?
P: Ante todo, deberían saber que no hay una ceremonia perfecta, sino muchas. Las novias pasan meses pensando y eligiendo; cuando eligen todo libremente, la boda queda perfecta.La confianza en el fotógrafo es la clave principal. Así, seguro que saldrá perfecto.
Disfruta del placer que supone trabajar con profesionales que desprenden confianza y buenas maneras. Leticia Campos y Álvaro Ortiz buscan plasmar tu felicidad.
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