Maggie Sottero es una de las marcas más buscadas cada año. Entre sus valores primordiales, destaca su perfecta adaptación a los tiempos y a les estaciones, permitiendo concebir vestidos para cada temporada sin dejar nada al azar. En esta ocasión, es mucho más importante, pues las bodas de otoño e invierno pisan cada vez con más fuerza y merecen un cuidado especial. Maggie Sottero, con su línea clásica, sensual y con glamour, es una de las elegidas para liderar esta nueva revolución estacional.
1. La importancia del guipur
El guipur es una de las estrellas de la temporada, adaptándose a la figura de las novia, deslizándose a través de sus curvas desde los hombros hasta el inicio de la rodilla. En ese punto, el vestido se desata y se siente libre, descolgándose con amplitud y mostrando una porción más llamativa de tul. Muy sexy, pero aglutina la elegancia con la falda al vuelo.
Maggie Sottero demuestra una vez más cómo todos sus vestidos se adaptan a todo tipo de novias. En sus composiciones, se respeta el estilo siempre, y ya se muestran sin prejuicios ni estereotipos todas las tallas en todas las colecciones.
Nos encontramos con el modelo Alaina, el más tímido de todos en cuanto a escote y el más clásico a nivel de tejidos y caídas. Utiliza la seda para dar cuerpo a la falda, y el resultado es simplemente exquisito, con brillos plateados y formas florales que juegan con la estética medieval.
Sobrio en su parte alta, con mangas y referencias flamencas, la falda de Della Marie presenta mucho más vuelo y detalles que alargan la filosofía de todo el vestido. Un éxito.
2. Falda de princesa
El contraste reina en la nueva colección de Maggie Sottero, preparando el terreno para las sorpresas. Jugando con varios escotes y tejidos, los vestidos de la firma también resaltan la importancia de la falda, con inspiración de princesa.
Con un escote corazón suave y concebido en seda, esta pieza de princesa no se olvida de mostrar buena parte de la feminidad de la novia. Benicia es clase y lujo en estado puro.
Seductora, con los hombros descubiertos y tejido guipur contundente, soltando una falda de tul bordada que se desgarra como parte de su ser.
Un cauto escote en V, un tejido que emula a la pedrería y una falda de tul con volumen confieren a Shauna un valor estrella en esta colección. Original, para novias coquetas y dulces, tiene pocos rivales.
3. Escote ilusión
De ilusiones se vive y a veces son más interesantes que la realidad. Esa pátina mágica se observa en este tipo de vestidos, copados por un escote ilusión que adelanta un panorama sensual y seductor, sugiriendo de manera sofisticada y sutil.
El guipur, como estrella de la colección, también acoge el escote ilusión.
La falda, una vez más, vuela desde la rodilla sin ningún reparo.
El escote ilusión se hermana con el guipur antes de dar paso a la seda, que parte en forma de tubo y se libera cerca de las rodillas. Único en su especie.
4. El bello atrevimiento
Las novias siempre deberían sentirse bien consigo mismas, sin miedo a mostrarse atractivas y sexys si de verdad lo desean. Con estas piezas, muestran el arte de su feminidad en todos sus sentidos, aunando sensualidad y elegancia. Destaca la combinación experta del guipur con el tul, el primero reservado a la parte superior y el segundo a la falda, y separados por detalles de fina pedrería.
En el modelo Abbie, la falda se enmarca en el tul menos velado, generando contraste y una mayor sorpresa estética. El atrevimiento del escote en pico se resta con la gracilidad de la falda, propia en las bailarinas de ballet.
Haley Marie apuesta por un mayor grado de sensualidad con un escote en pico mucho más profundo. Mantiene el detalle del guipur en la zona baja, cubierto testimonialmente con una elegante capa de tul. Las pequeñas piedras de la cintura resaltan con mayor fuerza.
Para sembrar diferencias, la manga larga abierta, separada de los hombros, le da un toque más auténtico.
Mucho más entallado, el modelo Luanne se atreve con la perpetuación de la sensualidad gracias a un llamativo escote corazón y una pieza entallada, que deja una falda testimonial como final elegante.
5. Escotes cerrados
Instalándose en otros estilos, regalan un despliegue de clase y feminidad perfecto para otoño e invierno.
Claudia, con escote a la caja, es un modelo sin estridencias, salvo por la licencia de las mangas caídas y los hombros descubiertos, que gana en elegancia por su sobriedad bien manejada y presentada.
Fabienne deslumbra con su brillante pedrería en la cintura y los costados, rematado con escote barco y un conjunto a base de seda, glamour y seducción.
Otra de las piezas que rezuman originalidad, Hailey Lynette, solo deja expuestas las manos, cubriendo el resto con un tejido guipur apoyado en una delicada malla. Con aromas de época, la falda surge en forma de campana, al igual que las mangas, que se visten con volantes.
Para finalizar, el escote redondo e ilusión gana en sensualidad en un vestido sin mangas, entallado hasta la falda que recibe pinceladas efectistas de polvo de hadas.
Lo nuevo para otoño e invierno tiene nombre y apellidos: Maggie Sottero. Lujo y clasicismo envueltos en la sensualidad de la modernidad. Glamour con chispa. Sin duda, la clave para las bodas bucólicas del año.
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