Momentos únicos que puedes compartir con tu madre antes de la boda

Madre no hay más que una, y aunque para la mamá de la novia el rol en la boda suele pasar más desapercibido, su apoyo, confianza y amor son indispensables mientras organizas ese día tan importante. Si quieres demostrarle a la tuya lo mucho que significa para ti, incluso si no va a acompañarte al altar, aquí tienes una lista de momentos únicos e irrepetibles que podéis compartir antes y después del día B.

1. Ir a comprar el vestido juntas… el suyo también

Porque ella es tu mejor consejera, la que te va a decir qué te sienta bien y qué cortes te favorecen menos, la que se va a emocionar más que nadie cuando encuentres EL VESTIDO… Mamá es un apoyo imprescindible en la busca y captura del traje de novia: cuenta con ella, y, lo más importante, déjale claro que su look también lo vale. Acompáñale a buscar su propio vestido y haz de esta experiencia uno de los mejores recuerdos antes de la boda.

2. Recupera su velo de novia

Aunque adaptar un vestido de novia antiguo no siempre es fácil (al fin y al cabo todas las modas van y vienen), el velo es otro cantar: recupera esa pieza preciosa del baúl de los recuerdos, y aprovecha para compartir anécdotas y sentimientos con tu madre. A veces un velo vintage puede integrarse en un look de novia contemporáneo, por ejemplo colocado sobre el cabello con unas peinetas-joya o encasquetado al estilo años 20, o directamente emplear los encajes como parte del vestido si te lo haces a medida con una modista.

3. Elige algo suyo para llevar al altar

Si el velo o el vestido de novia que has heredado de tu madre no se adaptan a tu estilo, prueba con el clásico “algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul”. Una sortija que ha guardado desde que era joven, una pulsera herencia familiar, unos zapatos preciosos de fiesta, o esa horquilla antigua con diamantes que siempre has querido llevar. Puede que mamá no esté contigo físicamente en el altar, pero siempre llevarás un trocito de ella muy muy cerca.

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Vestido: Raquel Ferreiro I Foto: The Creative Shot

4. Planifica una escapada beauty

Una auténtica experiencia madre-hija: masajes a dos, tratamientos de belleza para hidratar la piel, un nuevo corte de pelo, una manicura pro… Nada como una tarde de chicas para reforzar aún más el lazo que os une, especialmente si es para poneros guapas de cara a la boda.

5. Hazle partícipe de algunas tareas-B

Pero sin sobrecargarla. Elige sobre todo cosas que podáis hacer juntas, como proyectos DIY, las pruebas del vestido o la elección de la vajilla y las flores, además de otras tareas más complejas en las que puedas valerte de la sabiduría materna, como la planificación de las mesas, que muchas veces se rigen por las complejas relaciones que existen dentro de las familias. Haz que se sienta como una parte importante de todo el proceso: aunque su papel se vea relegado a un segundo plano por detrás de la madrina, ella sigue siendo la persona más importante para ti.

6. Investiga tu árbol genealógico

El tuyo y el de la familia de tu futuro marido. Al fin y al cabo ambas familias van a quedar unidas con vuestro ‘sí quiero’. Cuenta con tu madre y futura suegra para bucear por los orígenes e historias familiares, rebusca en el álbum de fotos y construye tu pequeño homenaje a tu familia en forma de mural genealógico. Será un elemento súper especial en el día de tu boda.

7. Y en el día de la boda…

Ten siempre a mamá presente: por la mañana hazle un regalo especial, algo tan simple como una nota de agradecimiento por todo lo que ha hecho por ti y los momentos que habéis compartido juntas le llegará al corazón. Déjale claro lo importante que ha sido para ti en esta etapa de tu vida que se cierra. Después del ‘sí quiero’, procura que la primera foto sea con ella, para que no se sienta desplazada. Y si quieres tener un detalle con ella que no olvide nunca (y para que engañarnos, os saque alguna lagrimilla a ambas), regálale tu ramo de novia al final del día.

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