Creo que ninguna de nosotras puede prescindir del bolso: pequeños, medianos, grandes, gigantes…. No hay problema en cuanto a su tamaño, siempre van a tope de cosas.
Pero parece ser que, para el día de nuestra boda, ninguna nos acordamos de él. ¿Por qué no llevar uno? Además, es una buena ocasión para darte un caprichito y comprar aquel bolso de firma que siempre has querido tener, y utilizarlo para asistir en otros eventos. Eso sí, te recomiendo que sea de estilo más bien clásico, para que no se pase de moda.
En cuanto a su color, no tiene por qué ser blanco: atrévete con un tono diferente, y da un toque chic a tu look de novia.
Lo ideal es que sea un tamaño pequeño y de mano, tipo clutch; piensa no vas a necesitar llevar muchas cosas en él.
La pregunta más importante para la novia: ¿bolso y ramo? ¿ramo o bolso? Hay novias a las que no les gusta llevar ramo de novia, pero lo llevan por no ir con las manos vacías: para ellas, el bolso de novia es una opción estupenda, sustituyendo el ramo y poniendo un bolso en su lugar. Otra opción es llevar el ramo hasta pasada la ceremonia, y coger el bolso a la salida de la Iglesia o Juzgado.
¿Te atreves?
Autor invitado: Pilar Romero de Tu Boda en Rosa
Experta en organización de bodas
¿Eres experto en bodas y quieres escribir en Zankyou? Contáctanos
¿No te quieres perder las últimas novedades para tu boda?
Suscríbete a nuestra newsletter
Escribir un comentario