Manuel y Carmen se conocieron en 2007, ella trabajaba en una productora de televisión y coincidió con Manuel, el bajista de un grupo de música de Sevilla en una fiesta de la empresa. “Desde ese día hemos tenido claro que queríamos compartir nuestra vida”, confiesa la pareja. Ocho años después, el 3 de octubre de 2015, celebraron una bonita boda de día en Sevilla.
Los novios
La novia cuenta que encontró su vestido por casualidad, en una colección antigua de la diseñadora María Guardiola, pero en cuanto se lo probó se enamoró de él. Era un diseño de raso en mate que quería personalizar y, para ello, contó con Pablo Vera, un diseñador que remodeló el primer modelo y consiguió crear el vestido de novia de sus sueños: sencillo, elegante y con los detalles justos. El vestido era de manga larga y con un gran escote en la espalda bordeado por una tira de encaje dorado.
Como joyas lució el anillo de pedida de oro blanco y unos pendientes espectaculares de oro viejo y brillantes de su tía, comprados en un anticuario de Londres. Además, en el peinado llevaba una corona hecha completamente a mano por su madrina, una auténtica joya con cristales de Swarovski. Los zapatos los encontró en Menbur, un modelo en tonos beige y dorado, sencillos pero perfectos.
Para el maquillaje y la peluquería contó con Cristina Gordillo (maquillaje) y Rocío del Real (peinado) que consiguieron el estilo que la novia buscaba, muy natural y acorde con todo el look. Para el peinado eligió una trenza con volumen despeinada y en cuanto al maquillaje quiso darle protagonismo a los ojos, con un ahumado en tonos grises con la línea marcada en negro, y los labios en un segundo plano, en color nude.
El ramo de novia fue obra de su madre, que creó un conjunto en tonos rosas y malvas, con algún toque en blanco y amarillo, tenía gerberas, lisianthus, crisantemos y limonium.
La ceremonia
Y llegó el momento del sí, quiero. Como toda la boda, la ceremonia también querían que fuera muy personalizada y especial, por ello la celebraron en el campo junto al río, donde disfrutaron de momentos muy bonitos, emotivos y divertidos capturados por Música para camaleones en fotos preciosas, con un estilo natural y un enfoque especial.
La decoración fue obra de Sueña Eventos, sencilla y dándole protagonismo a la naturaleza con una alfombra de cuerda color arena, unas cestas a los lados y una puerta con cortinas blancas a la entrada del pasillo. El banco de los novios y el altar eran de pallets lacados en blanco. Tanto la organización de la boda, como la decoración, la iluminación y el sonido fue obra de Sueña Eventos, un proyecto de wedding planner de la propia pareja. La temática de la boda fue de cuentos, “tanto en el texto de la ceremonia, en el que escribimos nuestro propio cuento, como en la decoración de la finca con carteles de madera escritos a mano por mi padre hacíamos alusión a cuentos conocidos por todos”, explica la novia.
El banquete
Después de la ceremonia comenzó la celebración del cóctel y el banquete en la Finca Cerros Bravo, en Aznalcázar, un espacio con mucho encanto. Para el catering no tuvieron ninguna duda, eligieron a Wondercat, con los que ya habían trabajado y de los que tienen una opinión estupenda: “cuidan mucho la presentación y son muy innovadores. Además la comida es espectacular. Optamos por un cóctel largo, de más de 100 minutos, y un almuerzo en mesa de un solo plato y postre. Todo el mundo quedó encantado con la comida”, comentan los novios.
No faltó detalle en esta boda tan especial, colocaron un rincón dedicado a las invitadas con un tocador, una zona chill out con la máquina de coser de la Bella Durmiente, los marcasitios en forma de manzanas, una estantería de El Sombrerero Loco para dejar los tocados, y un pallet para dejar los tacones.
Como detalles para los invitados prepararon cubretacones para ellas, mermelada casera y orujo gallego, que dejaron en las mesas alargadas. Éstas las decoraron con manteles de lino rústico, un camino de hiedra, libros antiguos, botes de cristal con velas y piedras pintadas a mano y sillas de madera blancas. Una decoración que a todo el mundo encantó, ¡como no podía ser de otra forma!
Baile de los novios
En cuanto al baile, decidieron hacer algo improvisado y animado, que diera un toque natural y de frescura para empezar bien la fiesta. Y para ello eligieron una de las canciones que más triunfó en 2015, La Gozadera, con lo que la gente se animó desde el primer minuto. ¡Fue un momento muy divertido! Así como toda la celebración que no dudamos que la pareja recordará con mucho cariño. ¡Enhorabuena!
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